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João

¿Pero qué cojones ha sido eso? Joder menudo beso. Sé que tenemos que fingir y todo ese rollo pero ese beso que me ha dado, no era de fingir.

Joder ese beso contenía mucha desesperación, angustia, miedo. No me preguntéis cómo lo he sentido porque ni yo lo sé.

Lo que más me ha molado ha sido que lo haga en frente de mis compañeros, siempre me joden con que nunca voy a tener novia y mira, dentro de un mes me caso.

-Joder tío, ¿qué ha sido eso?- me pregunta Rúben, mi mejor amigo desde hace mucho tiempo.

-Mi prometida, me ha dicho que luego hablamos, ha quedado con una amiga.- él se rie y yo le pego una colleja.

-Bro, no sabía que te ibas a casar, enhorabuena.- me dice y yo me río. Nos abrazados y nos volvemos a juntar con el grupo.

Irene

Me acabo de despertar ya que la alarma de mi teléfono, no para de taladrarme los oídos. Joder apenas son las ocho de la mañana y ya me tengo que levantar.
Me voy hacia la ducha y aprovecho de lavarme el pelo.
Cuando termino, me seco el pelo intentando no quedar como un león y luego camino hacia mi maleta para ver qué me pongo.

Al final me decido por un bikini negro y encima un vestido veraniego color blanco, mis sandalias de ayer y cuando ya estoy lista salgo de la habitación.

Voy hacia la de Bea y toco en la madera de la puerta. En poco segundos abre y veo que también tenía pensado ir a la playa.

-¡Buenos días! ¿Te vienes a la playa conmigo?- le pregunto y ella sonríe.

-Claro que si, dame cinco minutos que cambio a Leo, pero mientras puedes pasar.- yo entro y ella cierra la puerta a mis espaldas.

-Hoy te veo más feliz, seguro es por el beso de ayer.- me mira con cara pícara mientras busca un bañador para Leo.

-¿Hasta cuándo vas a seguir con el beso?- le pregunto.

-Pues seguramente hasta que os caséis.- yo me río y ella también.

-Pues si te digo la verdad, no es dentro de mucho, solo un mes, estoy muerta de miedo- le digo y ella viene a abrazarme.

-No tienes porqué tener miedo, João es muy buen chico y no te haría daño. Sé que sabrás llevar esa situación mejor que nadie. Y ahora vámonos que hoy es tu día- me anima y yo me río.

Me agacho para coger a Leo en brazos y este encantado se deja. Sabe que soy como su tía y siempre le consiento. Le quiero mucho, es mi pequeñín.

Cogemos el ascensor para bajar y cuando llegamos a recepción, vemos que hay un montón de gente, rápidamente salimos del hotel, vaya follón hay ahí dentro.

Damos un paseo muy agradable en familia mientras hablamos tranquilamente de nuestras cosas. Siempre que estoy con Bea, me olvido de todo lo negativo. Sabe como hacer que desconecte y eso me encanta. La quiero muchísimo, no sé que haría sin ella.

Cuando llegamos a la playa vemos que hay sólo dos grupos de gente, uno de ellos es de chicos jóvenes y el otro tan solo son 3 señores mayores.

Nos ponemos en nuestras tumbonas reservadas y me fijo que ahora estamos un poco más cerca de los chicos jóvenes.
Bea se pone a tomar el sol y yo me quito el vestido. Me recojo el pelo y me descalzo.

-¿Quieres ir al agua Leo?- a él se le ilumina la cara y pega un salto de alegría.

-¡Ti!- dice con su vocabulario de 5 años y yo me río. Le vuelvo a coger en brazos y le aviso a Bea de que nos vamos al agua.

-¡Pórtate bien Leo!- grita ella y el pequeñín y yo nos reímos. Los dos somos igual de traviesos.

Vamos hacia el agua y la verdad está muy fría. Ambos nos reímos y empezamos a lanzarnos agua.
Ver como el pequeño se ríe hace que me contagie las carcajadas y no podamos parar.

João

Estábamos unos cuantos compañeros del equipo y yo en la playa pasando la mañana antes del partido de hoy contra Marruecos.
Da gusto el clima de Catar, en Madrid hace un frío increíble y aquí puedes irte a la playa.

-Hostias, ¿y ese pibon de ahí?, joder está para chuparse los dedos.- dice Leão.

Yo miro hacia donde estaban mirando todos y me fijo en la chica. La verdad, no está nada mal.

-Chavales, tiene un hijo, ¿no lo veis?- les pregunto y ellos me miran mal.

-¡Bro João! Que es tu mujer imbecil.- me avisa Rúben.

-Rúben todavía no nos hemos casad.., espera, ¿¡que!?- me giro otra vez hacia la chica y efectivamente, ¡es Irene!

Me levanto de la tumbona y me giro hacia los chicos.

-Vosotros- les señalo -par de salidos, ¡dejad de mirarla!- les digo y ellos se ríen.

-Vale, vale, toda tuya campeón.- dice Leão y yo retengo las ganas de pegarle una colleja.

Me vuelvo a tumbar y mientras estos siguen hablando de sus cosas, yo no puedo dejar de mirarla.
No es su hijo, es Leo, el niño de Koke y Bea.

Ahora entiendo todo.

Están jugando a tirarse agua el uno al otro mientras se ríen, creo que Irene será una madre estupenda.

Sonrío como tonto al verles. ¿Pero João qué coño dices?

-Bro João, se ve que estás muy enamorado de ella- me dice Rubén cuando me da un toque en el brazo. Yo le miro y sonrió.

¿Hay que fingir no?

-¿Tú crees que ella lo esté de mí?- le digo y él me mira.

-No creo que Irene sea de las interesadas, tiene un trabajo increíble y si se va a casar contigo, significa que es amor verdadero.- me dice y yo me aguanto las ganas de reír.

Este no sabe lo que está diciendo, se ve que actuamos bien.

Vuelvo a mirar a Irene y veo que ya está de camino a la tumbona. Se empieza a secar con una toalla mientras habla con Bea.

Los chicos me avisan que es hora de irse a entrenar y yo les ayudo a recoger todo.
Nos vamos hacia el hotel y yo mientras, intento sacar a Irene de mi cabeza.

Desde un inicio [João Félix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora