Desde un inicio [João Félix]

7.

João se empieza a cambiar y yo le dejo su privacidad usando su móvil. No soy tóxica, es solo que lo uso para ver TikToks.
João siempre me dice: "no te engaño con ninguna, puedes usarlo tranquila" y yo pues a veces me lo creo y otras no. Pero el caso es, que siempre acabo viendo TikTok.

A los 5 segundos le empieza a llamar su madre y él sin ver quien es me dice que responda. Pero no me digas eso estando sin camiseta porque te secuestro.
Irene para ya por favor.

Contesto la llamada y me llevo el teléfono a la oreja.

—João hijo, ¿cómo estás?— pregunta su madre preocupada y a mí me da mucha ternura.

—Hola suegra, soy Irene, estoy con él en el vestuario, se está cambiando y ahora no puede ponerse.— le digo y João me mira para luego seguir poniéndose las zapatillas.

—¡Hola cariño! No te preocupes, luego le llamo. ¿Qué tal tú?— me pregunta y yo muero de amor.

—Muy bien, al principio venía como una bala pero luego me he relajado— le digo riéndome.

(...)

Dos días después

Ya estamos João y yo en nuestra casa en Madrid. Tras la derrota de Portugal, João estos días no ha querido salir de la habitación, no come, no bebe, no hace nada y yo estoy muy preocupada.

Sé que para él esto es un golpe muy duro. No soporto verle así. Por no hablar de que me siento muy sola sin él deambulando por la casa.

He probado a tocar la puerta y que la abra pero solo me dice que quiere estar solo.

Me dirijo hacia la puerta de nuestro dormitorio, estos días he dormido sola en la de invitados, y giro el pomo de la puerta tratando de no hacer ruido.
La abro y veo que está todo a oscuras.
Utilizo los interruptores para que se suban las persianas y yo mientras abro las cortinas intentando no hacer mucho ruido.
Le miro y veo que está dormido. Tiene ojeras y eso me preocupa, seguramente se la pase llorando y eso no me gusta. Yo pasé por lo mismo y no quiero que él sufra igual que sufrí yo.
Veo que hay ropa tirada por todas partes así que decido recogerla y echarla al cubo de la ropa sucia que hay en el baño.

Me dirijo hacia donde está João durmiendo, me siento y le empiezo a acariciar el pelo, he leído que esto hace que se despierten jajajajajajaja.

Veo como se empieza a mover y dentro de mi salto victoriosa.
Al terminar de moverse da un gruñido demasiado grave, que para pervertidas como yo, suena demasiado sexy.

Abre los ojos y me mira, durante unos segundos me mira sin entender nada pero cuando me reconoce se vuelve a girar para seguir durmiendo.

—Vete, quiero estar solo.— me dice y yo tuerzo los ojos.
Le cojo del brazo y hago que se gire para mirarme. Lo hace a duras penas.

—De eso nada, ya llevas bastante tiempo aquí tirado. Levántate ya.— él niega con la cabeza.

—João yo también he pasado por esto y te digo que estar encerrado solo hace que la depresión sea peor. No quiero que pases por lo mismo que pasé yo porque sé que se pasa muy mal, por favor hazme caso.— le ruego y él me mira.

Al final acaba cediendo y se levanta poco a poco.

—Vete a la ducha y ponte guapo que nos vamos de compras— le digo mientras me levanto.

—Creo que eso me da más depresión.— me dice y yo me río.

Yo me meto en mi vestidor y él se va a la ducha. Me quedo tranquila cuando escucho el sonido del grifo y sus canciones portuguesas sonando por todo el baño.

Yo busco algo que ponerme en este bendito armario ya que fuera hace bastante frío.
Al final decido ponerme: unos pantalones largos vaqueros, un jersey beige, una chaqueta marrón y mis botas UGG.

Cuando ya estamos listos, cojo el coche y nos dirigimos hacia el centro.

Dejamos el coche en un parking y salimos para dar un paseo por las calles madrileñas. Hace frío pero se está muy agusto.
Las luces navideñas que hay por las calles son preciosas y no puedo resistirme de hacer varías fotos.

Pasamos por un Starbucks y yo aprovecho para pedirme un café calentito.
Minutos después João me pidió un poco y yo se lo dejé.

Desde que le he sacado de casa le veo mejor. No está súper alegre pero al menos no está llorando encerrado en una habitación.

—Estás muy mono con el gorro.— le digo mientras me río y él se ríe también.

—Y tú con las botitas— dice y yo le pego de broma en el brazo.

—¡Oye! No te metas con mis botas, son muy calentitas.— le digo haciendo puchero y él me abraza por los hombros. Yo paso mi brazo por su espalda y caminamos abrazados por las calles.

João

Ir abrazados por las calles es el mejor plan que podría haber hecho hoy.
No me sentía bien encerrado en la habitación y gracias a Irene he podido salir a tomar un poco el aire y reírme. Me hacía mucha falta el distraerme de todo y pasármelo bien.
E Irene consigue hacerlo.

Veo como ella se detiene a mirar un escaparate con ropa y yo aprovecho para coger mi móvil y esperar a que camine para sacarle una foto.
Me gusta como ha quedado y antes de que se dé cuenta, la subo a mi story de Instagram.

Joaofelix79 (story):

Seguimos paseando e Irene se compra unas cuantas prendas de ropa, dice que son para noche vieja. Si ella se lo cree...

Irene

Cuando llegamos a casa, João se va a la ducha y yo me cambio por algo más cómodo. Luego bajo a la cocina y empiezo a hacer la cena.
A pesar de todo, esta tarde me he divertido mucho con João.

Escucho que mi teléfono suena y veo que es un mensaje de Bea. Lo abro y lo leo.

"Perra, no me habías dicho que João solía subir storys con sus novias."

Yo frunzo el ceño y tecleo la respuesta.

"Y sigue sin hacerlo Bea, sinceramente, no entiendo a dónde quieres llegar."

A los pocos segundos contesta y yo me quedo con aún más intriga.

"Solo hay que ver su ig y sacar conclusiones."

No entiendo nada, pero en menos de lo que canta un gallo, entro al Instagram de João y me doy cuenta de que me ha sacado una foto y la ha subido.
Hostias.
El nunca ha publicado nada sobre sus novias.

Antes de que me baje la tensión y se me caiga el móvil al suelo, sigo con la cena antes de que se me queme todo.