28

6.8K 363 18
                                    

Irene

—Está bien saberlo, ahora sé que salgo feo cuando tengo que posar.

Yo me río y niego con la cabeza. Vuelvo a girarme para mirarle.
¿Desde cuándo es tan guapo?

—Da igual, publícala y ya.— le pido cuando veo que estamos a punto de llegar.

—Vale, vale, a ver qué se me ocurre.

Irenegf_ (story):

Veo que apaga mi móvil con una sonrisa tonta en la cara y decido que es buen momento para aparcar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Veo que apaga mi móvil con una sonrisa tonta en la cara y decido que es buen momento para aparcar.

No es que sea muy fácil con estas botas pero bueno.
La discoteca no tiene parking, entonces me toca aparcarlo fuera.

Empiezo a girar el volante para meter el morro y vuelvo a maniobrar para retroceder y meter el resto del coche.

Se me hace complicado por los tacones pero todas las clases de conducir que he hecho sirven de algo.

Miro de reojo a João, quien sigue flipando de como estoy aparcando de bien y con tacones.

Lo dejo perfecto y lo apago. Saco la llave y se la paso al portugués.
Agarro mi bolso y salgo del coche.

Escucho aplausos y levanto la vista para ver de que se trata.
Pero me quedo roja otra vez cuando veo a Mason aplaudiéndome.

—Aparcas mejor que yo y con tacones— dice mientras se ríe y yo también lo hago.

—Muchas gracias, no ha sido fácil la verdad.

Veo que João se acerca y se saluda con sus compañeros.

—¿Qué decís wacha?, parecía re fácil.— comenta Enzo.

Me acabo de dar cuenta de que estaba aquí. Este chico está en todas partes. Es jesu cristo.

Mason se acerca para darme dos besos y yo los acepto. También se acercan Reese y Kai.
Yo les saludo de vuelta.

—No me puedo creer que esté viendo a la que me pidió como llegar al sitio ese.— escucho a Enzo otra vez y me río.

—Como es la vida eeh.— me giro para buscar donde está João.

Ya hemos entrado al local y esto está bastante lleno. Casi no veo a los chicos.

Miro para todas partes y al final le encuentro. Está en la barra junto con Reese.

Voy hacia ellos con los demás chicos siguiéndome.

La música del lugar se escucha por todas partes y la tienen a un nivel tan alto que tenemos que hablar gritando para escucharnos.

—¡JOÃO!— grito pero no se entera, está hablando con él camarero.

—¡JOÃÃÃO! ¡MI AMOOOOR!— grito otra vez y ahí ya reacciona.
Yo suspiro.

Se gira hacia mí con una sonrisa.

—¡DIME!

—¡PÍDEME ALGO LIGERO!— le pido y este me hace el OK con una mano.
Se vuelve a girar hacia el camarero.

—Dale wacha, vamos a subir para la parte reservada, acá es todo un quilombo.— siento la voz de Enzo en mi oído y me tenso al instante.

Dios santo.

—Enseguida voy.— le digo y este asiente con la cabeza.

Unos segundos después les sigo mientras ayudo a João a que no se le caigan los vasos. Este chico es muy torpe.

Nos sentamos todos juntos en unos sillones y nos ponemos a conversar de cosas triviales.

A los 5 minutos, la mano de João, quien está a unos centímetros de mi, pasa a mi muslo y la deja ahí colocada.
Mientras sigue hablando con sus compañeros, tan normal todo.

—¿Eres su piba?— me pregunta Enzo y yo me quedo unos segundos pensando.

¿João y yo somos novios? Quiero decir para el gobierno sí, y nos tratamos como tal, pero, ¿sentimentalmente somos novios?

—Eem, sí, somos novios.— le aclaro la duda y levanto mi mano izquierda para enseñársela.

—De hecho, estamos prometidos.— le digo con una sonrisa y él me la devuelve.

—Me alegro por ustedes, hacen linda pareja.— yo le agradezco.

Me inclino un poco para poder darle un abrazo.

Le froto la espalda, me deja un beso en el hombro y luego a nos separamos.

La noche continua de lo más entretenida. Es como una reunión de amigos para conversar.
El ambiente es increíble, se está muy agusto.
Encima los chicos son muy majos.
Siempre intentan integrarte en el grupo y que no te sientas excluido en ningún momento. Y esas son cosas que hay que apreciar.
Y yo sin duda lo he hecho. Y se lo agradezco.

El camino a casa en coche fue normal. Había silencio pero no tenso e incómodo.
La mano de João volvía a mi muslo mientras yo conducía y la música sonaba a un volumen más bajito.
Los dos deseando llegar a casa y yo quitarme estas botas.
Podrán ser preciosas pero como duelen.

Aparco en el garaje y mientras João cierra la puerta de este. Yo abro la principal con las llaves.
Desactivo la alarma que había empezado a sonar y enseguida llega Floki a mis pies.

—Holaa, mi vidaa.— me agacho para cogerle en brazos y este me empieza a dar besitos.

Aparece João por detrás y cierra la puerta a mis espaldas.
Me rodea esta última con los brazos y empieza a acariciar a Floki con una mano, mientras con la otra me agarra fuerte de las caderas.

Yo me pongo nerviosa con él cerca, no es fácil digerir todo lo que hace este portugués por segundos.

(...)

Me meto en la cama y en cuanto toco la almohada me duermo profundamente.
Después del skin care, no tengo más energías.

João sigue abajo, ahora subirá, pero ya estoy dormida.

João

Termino de apagar las luces de abajo y subo las escaleras con la salchicha andante detrás mía. Siempre nos sigue a todas partes. Y lo digo en plural porque a su mami también la sigue siempre.

Llego al final del pasillo y abro la puerta del dormitorio principal.
Sonrío con ternura cuando veo a Irene dormir como un bebé.
Estaba muy cansada, se le veía en el coche.

Hoy se ha puesto más preciosa de lo que ya es, y la gente no ha tardado en llevar su atención a ella. Pero como ya aprendí de Antoine, si quiero mantener esta relación con Irene, es mejor dejar los celos de lado, y centrarme en ella.
Y eso es lo que he hecho.

Me quito la camiseta y me meto en la cama sin los pantalones. Siempre duermo en ropa interior, incluso a menos cero grados. Estoy loco.

Me tumbo boca arriba y suspiro. Vaya día. He marcado gol, se lo he dedicado a la morena que duerme ahora junto a mí y he pasado una buena noche con mis amigos.
No puedo pedir más. Hoy ha sido un día perfecto.

Apago la lamparita pequeña y la habitación se queda a oscuras. Y a los poco segundos Floki se tumba junto a nosotros a los pies de la cama.

Me giro hacia Irene y me abrazo a su cintura. Me acomodo agusto para así poder quedarme dormido contra su cuello.
Mejor no podía estar.

Desde un inicio [João Félix]Where stories live. Discover now