8.

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Acabo de llegar de hacer unas compras con Bea. Pronto es noche buena y no tenía nada que ponerme, así que la he llamado y me ha ayudado a elegir.

Busco mis llaves dentro del bolso y cuando las logro encontrar, las utilizo para abrir la puerta principal.

Entro emocionada.

—¡Holaaa!— saludo al entrar y João se gira para mirarme desde el sofá. Esta jugando al FIFA.

—Que alegre te veo, ¿a qué se debe?— me pregunta y yo me acerco contenta hasta él mientras me quito la chaqueta.

—¡Ya tengo vestido para noche buena! Es precioso.— le digo emocionada.
Él me sonríe.

—¿Puedo verlo?— me pide haciendo puchero y por mucha ternura que me diese he tenido que decirle que no.

—De eso nada, te esperas hasta el día para verlo—.

—Pero eso no vale— me dice.

—Sí que vale, y ahora me voy a la ducha, pórtate bien.— le doy un beso en la sien y me subo hasta arriba.

Cuando termino de ducharme me cambio por mi camisón de encaje para dormir.

Intento bajar las escaleras en silencio para que no me escuche nadie, pero me quedo congelada cuando veo a varios jugadores del Atleti en mi salón jugando a la play con João.

¿Pero esta gente qué hace aquí? ¿Y por qué João no me ha avisado?

Bueno mira, yo solo venía a por un vaso de agua y a eso es a lo que voy.
Camino hacia la cocina en silencio, para mi suerte está alejada del salón.
Cuando termino de beber, dejo el vaso en el lavavajillas y vuelvo otra vez al salón.

Camino hacia donde están los sillones y algunos chicos se dan cuenta de mi presencia, algunos de ellos miran mi camisón más de lo debido, putos cerdos.

Voy hacia João y le masajeo los hombros para llamar su atención, ahora tenemos que fingir más que nunca.

Él levanta su cabeza y me mira. Hacemos contacto visual y durante unos segundos no me salen las palabras.
Joder Irene pareces tonta.

—¿Podemos hablar un momento a solas?— le pregunto y él asiente con la cabeza.

Se levanta y subimos las escaleras hasta nuestro dormitorio, el cual solo usa él porque ni de coña vamos a dormir juntos.

Entramos y mientras él se sienta en la cama, yo cierro la puerta para que no nos oigan.

—¿Se puede saber por qué no me has avisado de que teníamos invitados? ¡Mira cómo voy!— le digo mientras me cruzo de brazos.

João me mira medio riéndose y eso me cabrea más.

—A mi no me molesta que vayas así—.

—¡João! Te estoy hablando enserio— le digo ya cansada.

Él levanta las manos en forma de rendirse.

—¿Como querías que te lo dijera si estabas en la ducha?—.

—Podrías haberlo hecho antes de que yo subiera.

—Han venido de sorpresa, yo que sabía.— se tumba en la cama boca arriba y yo bufo frustrada.

Me acerco a él y le miro desde arriba.

—Bea nos ha invitado a pasar la noche buena con su familia.

João se levanta de la cama de golpe y me mira nervioso. ¿Y a este qué le pasa ahora?

—Eem..., Irene tengo contarte algo.— me dice y yo siento como si dentro de poco me va a bajar la tensión.

—Que.., mis padres también vienen a esa cena.

¡¿QUÉ?! Perfecto ahora ya si que me desmayo.

Me siento en la cama porque sino me caigo de espaldas.

—João más te vale que esto no sea una broma.— él niega con la cabeza y yo me desespero más.

¿Pero por qué todo nos tiene que pasar a nosotros?

—Bueno, vamos a pensar en positivo, venir van a venir sí o sí, no podemos cambiarlo, pero como la monten verás. Tu madre es un amor, pero tu padre no tiene buena pinta.— le aviso y él asiente con la cabeza.

Jodeeer, en vaya líos que nos metemos nosotros solos.

Me levanto de la cama y me dirijo a la puerta. La abro pero antes de salir me giro otra vez para mirar a João.

—¿La cena es mañana no?— él asiente con la cabeza mientras mira el suelo.

—Vale, buenas noches— me despido y él me sonríe.

Me voy hacia mi habitación y João vuelve para abajo.

Cuando llego a mi habitación, o mejor dicho la de invitados, me meto entre las sábanas y apago la luz.
Pongo la cabeza boca arriba y empiezo a pensar en todo lo que me ha pasado hasta ahora.

El viaje, la presentación, la ex de João, su madre, Bea, los partidos, los momentos con Leo y por último, los besos con João.

Eso es lo que más me taladra la cabeza.
Sé que no tendría porqué, ya que esto es solo un puto contrato y es todo mentira, pero cuando nos besamos... no sé como decirlo, siento una especie de química.
Joder seguramente me estéis llamando de todo pero no sé cómo mierda sacarme al portugués de la cabeza.

Y no es fácil hacerlo cuando está durmiendo justo en la habitación que tengo enfrente. Y por si era poco, tenemos que vivir juntos.

Todo esto que nos ha ido pasando hasta ahora nos ha "unido", por así decirlo, aún más. Pero es que yo no quiero nada con él. Es solo que no sé por qué no puedo dejar de pensar en él.
Y eso me agobia cada vez más.

Lo que más nerviosa me pone es la cena de mañana. Sé que Carla no quiere líos y que João va a ir tranquilo, pero sé que a la mínima el padre de João la puede liar y no me apetece que lo haga en la casa de Bea.
Pasaría una vergüenza increíble.

Encima João y yo vamos a tener que estar fingiendo ser "algo" toda la cena ya que Koke, no sabe de dicho contrato.
Lo que menos me apetece es tener que estar sonriendo falsamente tres horas seguidas, fingiendo que todo está bien y que no hay dinero de por medio.
Es lo más hipócrita que he hecho en la vida y no puedo estar más cabreada conmigo misma y con mis propios padres.
Solo espero y deseo, que João piense igual que yo porque sino, vaya follón.

Desde un inicio [João Félix]Where stories live. Discover now