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João

Me despierto cuando siento los rayos de sol entrar por mi ventana.
Tendría que haber bajado las persianas anoche.
Me giro perezosamente hacia la izquierda para ver qué hora marca mi despertador, el cual hoy no ha sonado.

Mierda.

Me levanto de golpe y me pongo un pantalón de chándal que estaba en el sillón, abro la puerta del dormitorio y salgo corriendo.
Llego rápidamente a mi despacho y me siento en la silla.
Tecleo como un loco y en menos de dos minutos abro directo.
Me tiro en la silla del cansancio que me ha dado de tanta prisa.

Resulta que mis seguidores de YouTube, me retaron a hacer un directo de 7 horas seguidas. Pero tendría que haber empezado hace 20 minutos.

Los seguidores empiezan a conectarse como locos y yo les saludo.
Cojo mi teléfono y le pregunto a Marisa, la empleada del hogar, que si me puede traer el desayuno al despacho.
A los pocos segundos me contesta que sí.

Yo cojo una camiseta de mi vestidor, que está justo detrás del set up, y me la pongo. No quiero salir sin camiseta, también aprovecho y me pongo un pantalón más decente.
Me peino con las manos y me vuelvo a sentar en la silla y luego me pongo los cascos.
Los cascos que me regaló Irene por navidades y me encantan.

Me quedo unos 10 minutos hablando con los seguidores, respondiendo preguntas, hasta que llega Marisa con la bandeja de mi desayuno.
Yo le agradezco y empiezo a comer mientras reacciono a algunos vídeos.

Irene

Me termino de duchar y salgo del baño con la toalla envuelta en mi cuerpo.
Entro en mi vestidor, que está en la habitación donde duerme João, y me fijo que no está en la cama durmiendo. Que raro, no le he escuchado bajar las escaleras.
En fin, me empiezo a cambiar y cuando termino, voy hacia el despacho de João, que es donde tengo mi zaptero junto con su vestidor.
Es que en esta casa está todo separado, que mareo.

Entro en este cuando veo que la puerta está abierta

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Entro en este cuando veo que la puerta está abierta.
Le miro y está sentado en la silla, con los cascos que le regalé y hablando con alguien en voz alta.
Paso de él y camino hacia el final de la habitación, justo detrás suya.

Me agacho para coger mis tacones blancos, que combinan muy bien con la camisa que llevo, y me siento en un pequeño sofá que hay a la izquierda, para ponérmelos sin caerme.

Cuando termino, me levanto y voy hacia João. Veo que está en directo.
No me lo puedo creer, y yo pasando por todo el medio.
Jodeeer.

Le toco el hombro y él se gira para mirarme de arriba a abajo. Y con una simple mirada, logra ponerme nerviosa, que pesado es.

—Amor, me voy a buscar unos zapatos de novia con las chicas.— le aviso y él se queda en blanco, no me extraña, pero tengo que fingir si me están viendo 234.000 personas.

—Vale pitufa, cuídate.— me dice y yo me agacho para darle un beso en los labios. Dura pocos segundos pero son bastantes para este pesado. Recordar que aún sigo enfadada con él.

Me separo, y saludo a la cámara de João con una sonrisa, luego me giro y salgo por la puerta.
Bajo las escaleras, y después de despedirme de Marisa, cojo mi abrigo, mi bolso, las llaves de mi coche y salgo de la casa.

Me monto en mi apreciado coche y me dirijo hacia las casas de las chicas, recogiéndolas una a una como buena amiga que soy.
Me tienen que querer mucho con toda la gasolina que gasto en ellas.

João

Cierro el directo y me quedo tendido en la silla.

Escucho como mi teléfono suena y veo que son mensajes de un amigo mío. Hace mucho que no me hablo con él y me extraña que me escriba.

Cojo el móvil y entro en WhatsApp para ver qué es.

Resulta que son unos vídeos, no dudo en empezar a verlos.

"—¿Pero cómo puedes comer tanto si tienes que estar a dieta?— pregunta Irene. Pablo se ríe.
—Aunque esté a dieta, te comía hasta a ti."

Me quedo pálido. ¿Qué mierda es esta? Pablo me tiene harto. No solo quiere quitarme a mi mujer, sino que encima lo dice enfrente de todo el mundo.

Sin pensármelo dos veces, empiezo a ver el segundo vídeo.

"—Tía tienes chocolate?— le pregunta Paddy a Irene. Ella la mira y asiente con la cabeza.
Paddy se va y ellos siguen hablando de tonterías.
—Enséñame la tableta que has cogido que a lo mejor me gusta— dice Irene.
—Si quieres te enseño la mía que también te gusta.— responde Pablo."

¿¡QUÉ!? ¿Cómo que te gusta? Te juro que lo veo y le reviento.
Parece que no se enteró de que Irene está conmigo.
A pesar de que la relación sea falsa, pero igualmente está conmigo.

Me levanto cabreado y le pego un puñetazo a la mesa.

Voy hacia el vestidor y me cambio corriendo.

Termino, y bajo las escaleras corriendo para coger las llaves de casa y salir por la puerta.

Me subo en mi coche y me dirijo hacia la casa de Antoine.
Es el amigo más fiel que tengo en Madrid, y ahora es con quien necesito hablar.

Toda esta situación me tiene saturado. No entiendo por qué el rubio este tiene que tirarle los tejos a Irene, cuando sabe que estamos saliendo.

Pero tampoco puedo ponerme celoso ya que no somos nada.
Pero a la vez no me puedo quedar de brazos cruzados, se supone que es mi prometida y tengo que cuidarla.

Desde un inicio [João Félix]Where stories live. Discover now