Moon

Capítulo 5 - Mi reina

5.

William

–Gracias por traerme Will– me sonríe y se baja del coche sin dejarme responder.

Bajo del coche, nose porque lo hago, pero no quiero que se vaya. Me pongo detrás de ella y vuelvo a colocar mi mano en la parte baja de su espalda, la pondría más abajo pero seguro que no se lo tomaría muy bien, al notarme se gira de golpe y su cara pasa de susto a confusión haciéndome reír.

–¿Por qué me acompañas? – ni yo lo se pequeña.

–Quiero conocer a Sunny– enarca una ceja y yo le sonrío de forma inocente– ¿se llama así, no?

–Eh... sí, sí, es solo que no entiendo por qué– dice tartamudeando, cada vez me parece más adorable, no puedo evitar que mi sonrisa se amplíe. Si mi hermano me viera no se lo creería, llevo con ella menos de una hora y no dejo de sonreír, diría algo como: el responsable de William sonriendo, que venga dios a salvarnos porque el mundo se acaba.

–Quiero comprobar si es igual de increíble que su madre– ahora sí que se tiene que dar cuenta de que la estoy coqueteando, no me puedo callar es demasiado impresionante, a pesar de esa sudadera que tiene que ser mínimo dos tallas grandes y el pelo que parece que no ha visto un cepillo en varios días. Estaba leyendo una jodida novela erótica en mi clase, eso ya me deja impresionado y ver su cara cuando contesto el teléfono ya fue el detonante para que no la dejará escapar y de ahi a que me ofreciera a traerla (claro que ahora le debo un favor a mi colega por cubrirme las dos clases que me faltaban por dar hoy) y que ahora quiera saber todo de ella y conocer a esa pequeña miniatura de ella.

No dice nada más, la empujo hasta la puerta y toco el timbre por ella. Parece que se ha quedado en shock. Mary la directora no tarda en abrir la puerta, lleva a una bebé en brazos que tiene la cara totalmente roja y totalmente mojada en una mezcla de lágrimas y mocos, no deja de retorcerse en sus brazos y sus gritos son ensordecedores. Me recuerda a un pequeño Inti cuando lo dejábamos después de fiestas con una Mary unos años más joven que tenía que soportar los gritos y pequeños puños de Inti. Esta mujer siempre ha sido un sol por muy mal que se lo pusieran los niños. Justo como ahora con esta bebé, que por mucho que se retuerce sigue masajeando la espalda y dándole besos en su pequeña cabeza mientras abre la barrera de la puerta.

Su cara es un poema mientras pasa de mi a Moon, esta se adelanta y coge a la bebé de los brazos de Mary.

–Ya está, ya está pequeña. Ya está aquí mami– empieza a acariciar la cabecita de la bebé quien supongo que será Sunny– muchas gracias Mary, perdón por tardar. Ante la mención Mary parpadea y vuelve en sí.

–No pasa nada Moon, ¿señor Jones qué hace aquí? me parece que Inti ya es muy grande para venir a la guardería y no he tenido noticias de que haya encontrado pareja ni usted ni su hermano– gracia por la aclaración vieja, publícalo también en la web de la guardería. miro de reojo a Moon quien me mira con curiosidad y vergüenza, con una Sunny dormida entre sus brazos con la cabecita apoyada en su hombro.

–He acompañado a Moon– sonrió y le guiño un ojo a Moon mientras me acerco y le quitó a Sunny de los brazos, es tan pequeña y está ardiendo – ¿Moon tienes medicina en casa? – se le pone la cara blanca y empieza a negar con la cabeza mientras se le cristalizan los ojos, no mi reina no llora no. Sí mi reina, porque es mía y espero que a sus compañeros les haya quedado claro– No te preocupes sube al coche – menos mal que llevo la silla de Inti en el coche. Mary le da la bolsa de Sunny a Moon y ella se lo cuelga en el hombro– Adios Mary un placer verte de nuevo.

–Adios Mary, gracias de verdad– dice mi reina dándole un abrazo a la directora.

–Adiós chicos, ojalá que Sunny no tenga nada– le da un beso a Sunny que sigue en mis brazos– y espero verte más por aquí Will– susurra por lo bajo, pero no lo suficiente porque la cara de Moon se ha puesto roja, lo que indica que sí que lo ha escuchado.

Acomodo a Sunny en el asiento para niños y doy la vuelta al coche para cogerle la bolsa a Moon y dejarla en el maletero mientras ella se sube en el asiento de atrás con Sunny. Me subo en el asiento del conductor y empiezo a conducir a mi casa.

–¿Dónde vamos? – pregunta Moon asomándose por los asientos.

–¿No te fías de mí, mi reina? –mierda se me ha escapado. La miro por el retrovisor y veo que está totalmente roja, pero no la veo asustada o enfadada, creo que tiene una pequeña sonrisa.

–Nos conocemos desde hace dos horas profesor, no vaya tan rápido– sonrió sin poder evitarlo. Si supiera lo que pasa por mi mente desde que se giró en clase y me miro con esos de color dudoso, sigo intentando descifrar si son verdes o miel.

– Vamos a mi casa, allí tengo medicina– me mira con los ojos abiertos– Inti llegará en veinte minutos, así que no nos da tiempo a ir a una farmacia y volver a tu casa– no es del todo mentira, le mande un mensaje a mi madre nada más subirme al coche para que lo trajera y es verdad que la farmacia está cerrada así que la más cercana está en la ciudad a media hora, así que no nos da tiempo.

–Ah, vale– aparco el coche en el garaje y veo por el retrovisor como Moon desabrocha su cinturón y va a desabrochar el de Sunny. Bajo del coche y cojo a la pequeña para ayudar a bajar a mi reina, abro el maletero y me coloco la bolsa en el hombro contrario al que la pequeña a apoyado su cabecita.

Cojo la mano de mi reina y la llevó a la puerta del garaje que da a la cocina, me hago a un lado para que pase. Esta casa la compramos mi hermano y yo cuando llegó Inti, nos costó bastante encontrar la perfecta, queríamos una grande, pero en un barrio discreto y pequeño, para evitar las miradas juzgadoras de la ciudad.

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Hola holaa!!!!

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Nos vemos el lunes con nuevo capítulo.

Besoss <3