SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJK

X. Fragile heart

Taehyung recuerda perfectamente la vez que accedió a esa desastrosa cita a ciegas. Joder, ¿en qué estaba pensando? Debió obedecer a Seokjin, pero la apuesta de Yoongi y Namjoon fue tan tentadora que no pudo negarse.

Y ahora, frente a aquella omega rubia con tres capas de base de maquillaje, lo único que deseaba era pagar parte de su cuenta y huir lo antes posible porque no cree que esta mujer deje de buscar su atención a través de un discurso innecesario de su complejo narcisista.

—Y como dije, no entiendo a esas personas que tienen baja autoestima. ¿Qué les pone de malas? Tienen inseguridad consigo mismas ¿y qué? Son patéticas.

«Dios, ilumíname o elimíname»

—Las personas con baja autoestima...no es que quieran tenerla, es causado por un trauma. Un hecho que les marcó —el alfa comentó, alzando la taza de té entre sus dedos— No es fácil lidiar con una inseguridad, señorita Joe.

La mencionada se inmutó

—¿Cómo lo puede decir un joven tan atractivo como usted? —ella le preguntó con cierto tono pícaro, y Taehyung tragó incómodo, su lenguaje corporal notándose a kilómetros.

—Porque aunque no crea, las personas atractivas también tienen inseguridades —contestó y la chica alzó las cejas, no pareciendo convencida, y si Taehyung pensó que no podía ser peor, pues esta omega con un pronunciado escote y perfume a base de feromonas comenzó a abrumarlo.

—Entonces que lidien con sus inseguridades, no todo el mundo estará detrás de ellos.

—Tampoco todo el mundo estará detrás de alguien arrogante y poco empático —farfulló con molestia y la omega arrugó el rostro.

—¿Disculpa?

—Disculpada —clamó, colocándose en pie enseguida, la expresión de la mujer pasando de molestia a furia— Si me permite...pasaré a retirarme y lamento decirle que se me hace imposible citar un segundo encuentro. Prefiero evitar desastres.

Y no esperó que esta mujer estampara las manos contra la mesa, sus ojos destilando la plata de su loba enerva.

—¡Usted es un desconsiderado y grosero, se arrepentirá! —le gritó y Taehyung sonrió con burla, ingresando las manos a los bolsillos de su pantalón de vestir mientras oía los murmuros de los comensales a su alrededor.

—Tenga buena noche, y adiós.

—¡Oye! Si sigues soplando ese globo se reventará y te saldrán paperas.

Dios, esa voz.

Se giró sobre sus talones y el globo que sostuvo entre sus dedos voló por el auditorio, mas las risas por aquel peculiar desinflar quedó en segundo plano cuando recibió con brazos abiertos a la omega con una bata blanca, una docente de medicina que ¡cielos! cuanto la extrañaba, porque si bien recuerda esta omega fue una de sus compañeras en ese curso innecesario pero que de igual manera debía llevarlo.

—¿Desde cuándo ejerces la docencia aquí, Yoona noona? —preguntó, a lo que la mujer hizo un puchero, mirando hacia arriba antes de retornar al rostro del alfa.

—Desde el año pasado —le contestó, apartándose después de segundos— Bueno, me retiré momentáneamente por mi permiso de maternidad, pero mira, estamos a nada de entrar a diciembre, debiste darte cuenta, bobo.