XXI. New sensations

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Esa noche fue una de las más largas que Kim Taehyung pudo contabilizar en su vida.

El llanto fuerte de Uju fue el primer sonido de la mañana en lugar del ladrido escandaloso de Yeontan por comer.

Suspiró en medio de un bostezo pequeño, sonriendo adormilado cuando halló al omega a su par, la mejilla apachurrada contra la almohada, el camisón de pijama abierto, pero con el cobertor grueso cubriendo lo necesario de su cuerpo.

Sus párpados yacían hinchados, sus labios resecos debido a la descompensación, y no podía hacer mucho, tampoco se atrevía a despertarlo luego de horas de llanto imparable y que además Seokjin le pidió mantener la calma después del desmayo.

Jungkook al fin se había desahogado.

Se apresuró a ir al otro cuarto. La pequeña cachorra lo esperó en medio de un llorar quedito con gimoteos, manos y piernas agitadas. Yeontan dio un brinco a la cama para ver cuando Taehyung la alzó en brazos y la acopló a su hombro, arrullándola con palabras bajitas y bonitas mientras salía con dirección a la cocina a preparar un biberón.

Dos cucharadas medidoras en 350 mililitros de agua tibia, verter en el biberón y agitar hasta disolver el polvo. La probó para asegurar la consistencia y eww, no sabía bien, o quizás su paladar de adulto no estaba autorizado para ser un catador de alimentos infantiles.

—Muy bien, osita. A comer.

Y definitivamente la bebé moría de hambre, pues atrapó el chupón y succionó fuerte, rápido, y Taehyung pensó que tal vez querría más, pero tenía un límite y probablemente sobrepasarse solo obtendría vomito encima.

Ya tenía suficiente con la popó.

Regresó a la habitación en compañía de Yeontan, procurando no hacer el mínimo ruido cuando Jungkook aún seguía dormido, prácticamente inconsciente luego de una larga noche de llanto y descompensación que gracias al destino no terminó en catástrofe.

Se aseguró en subir el grueso cobertor hasta cubrir sus hombros apenas lo vio encogido. Lo observó por un par de segundos; segundos en los que Uju terminó la leche y quedó contra su hombro, inquieta por la mano grande palmeando su pequeña espalda y Taehyung se rió bajito ante el diminuto eructo, con Uju completamente calmada y lista para volver a los brazos de Morfeo.

Claro, apenas siendo las seis de la mañana quién no caería rendido.

A excepción de padecer insomnio.

—Tu papá Koo ha tenido una noche muy dura, mi amor. Después le traemos el desayuno, ¿si? —le comentó en un murmuro bajito, en un arrullo enternecedor y era maravilloso, pues la bebé le quedó mirando completamente quieta sobre su pecho, como si tratara de grabarse sus facciones y su voz. Uju parpadeó un par de veces para finalmente quedarse dormida ante la calidez que su piel desnuda emanaba.

Aprovechó la ocasión para calzarse sus anteojos y retomar el libro de la mesa de noche, siempre propinándole unas delicadas palmadas al pequeño traserito de su hija.

Esperó todo el tiempo necesario para la segunda toma de Uju, comía alrededor de cinco o siete veces al día, a veces más.

Sin embargo, la tranquilidad duró pocos minutos.

Una queja chiquita dio por inicio un gimoteo, y de ese gimoteo a una tosecita que pronto se convirtió en un llanto.

Ay

Rápidamente salió de la habitación y Yeontan tomó lugar a la par de Jungkook.

Se apresuró a ir al segundo cuarto en cuanto el llanto incrementó y Taehyung supo que se trataba del pañal. La cambió por uno nuevo, pasó una toallita húmeda por la carita de la bebé y limpió todo hasta eliminar todo rastro de sudor en los rollitos de su piel, también untó un poco de crema corporal.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora