XI. Tempest

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—Bienvenido, profesor Kim.

El alfa sonrió contento, adentrándose al auditorio a nada de concluir con la decoración. Podría decir que finalmente estaba recuperado, y moverse era lo mejor que podía hacer luego de necesitar ayuda para hacerlo.

—Les agradezco por su apoyo y por organizarse a pesar de mi ausencia —dijo amablemente, tambaleándose un poquito y los alumnos le brindaron una bonita sonrisa, algunos omegas rodeándolo para "ayudarlo" aunque Taehyung no se comería el cuento del mismo.

Y sería célebre de aceptar si no fuera porque percibió una mirada a la lejanía, observándolo fijamente y quien luego lo ignoró para seguir armando aquel centro de mesa.

—Sigan haciendo lo que deben. Los felicito.

Los omegas parpadearon desconcertados apenas el alfa se alejó hasta llegar al omega. Jungkook detuvo sus movimientos para sonreír contento, recibiendo al hombre que lamió su labio inferior antes de dibujar una sonrisa encantadora.

—Es bueno tenerlo de vuelta, profesor Kim. Ahora nos dejará más tareas que antes.

El alfa se rió con un meneo de cabeza.

—Todo es un caos, lo admito —aceptó, tomando una flor de gardenia de ese ramo abierto para los centros de mesa— Pero mi ausencia no es sinónimo de exoneración. El sílabo fue enviado a cada correo institucional y son lo suficientemente responsables para dar un vistazo.

Jungkook rodó los ojos con leves mejillas infladas.

—Mh, qué drástico —musitó con burla, y Taehyung sonrió con picardía, fijándose a su alrededor antes de volver al omega.

—Soy encantador, admítelo —le retó en un susurro, a lo que el omega alzó las cejas, el mismo reto en sus ojos.

—Ya lo dije, se jacta mucho. Y eso le hace ver-

—¿Encantador? ¿Galán?

—Bobo —Jungkook se rió, deslizando el bonito arreglo floral hacia el centro de la mesa— Le hace ver bobo.

—Ouch —el alfa arrugó el rostro con sarcasmo, yendo tras el omega que dejó el ramo encima de otra mesa— Pero soy un bobo encantador.

Joder. Jungkook tragó cuando el hombre se acercó más de lo debido, lo suficiente para percibir la canela a su alrededor y retrocedió, haciendo uso del único mecanismo de defensa que conocía.

—Ya... —musitó bajando la cabeza, mirando un poquito a su alrededor— estamos en la universidad...

Pero el alfa avanzó, lo máximo para no invadir su espacio personal.

—Tus mejillas están rojas. ¿Estás avergonzado? —le preguntó suavemente, atento cuando el otro no pareció oírlo con precisión, porque Jungkook jadeó inesperadamente, el aire a su alrededor volviéndose caliente y la expresión del alfa cambió de pronto cuando vio una gota de sudor bajar por su sien en compañía de manos temblorosas.

—N-no me siento bien...

Y fue suficiente para terminar enfrente, con la palma de su mano derecha en la frente del omega y los ojos del alfa se abrieron en demasía ante la piel caliente.

—Estás ardiendo en fiebre —dijo y Jungkook le apartó la mano, con sutileza, jadeando ante el sofoco de ese grueso abrigo—. Vamos a la enfermería, no puedes seguir aquí.

—Si resisto.

—Aquí no importa si resistes —le insistió apacible— No debiste venir cuando sabías de tu estado. Supongo que estás así desde la mañana.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora