XXVIII. My enemy; our enemy

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Un cosquilleo en su cuello le hizo encogerse.

Subió la sábana blanca hasta la cabeza y pronto tuvo manos forcejeando con él, tratando de descubrirlo para verle la cara y Jungkook se quejó bajito cuando ese cosquilleo regresó, con Taehyung atesorando esa marca bonita y perfecta, la punta de su nariz acariciándole suavemente antes de terminar con un beso en sus labios.

Dios, apenas son las siete de la mañana.

—Ya me voy —el alfa le dijo con voz suave y ronca, y el omega abrió lentamente los párpados, aun adormilado mientras se giraba en el colchón.

—Quédate conmigo, por favor. Te quiero aquí —le pidió bajito, y Taehyung se sentó al borde de la cama, inclinándose hacia el omega nuevamente y quien llevó sus manos al cuello de su camisa para arreglar el nudo mal hecho de la corbata.

—Si no voy a trabajar, ¿quien traerá los ingredientes para que cocines tan rico?

Infló las mejillas.

—No cocino rico.

—Claro que sí —Taehyung le refutó— te pasas un poco de sal, pero igual es rico.

Y éste se rió al recibir una suave palmada en su brazo, con Jungkook inflando las mejillas, cubriéndose nuevamente cuando la sábana estuvo a su alcance.

—Bobo.

El alfa se rió y su mano recayó en la cabeza del otro, acariciando con cariño.

—Me encantas —dijo, lo que hizo a Jungkook encogerse de hombros.

—Y tú me encantas a mí —le concedió y el alfa se inclinó, plantándole un corto beso en sus labios antes de levantarse y tomar el saco de su terno al borde de la cama.

—Uju ya comió, está limpia y vestida. La dejé en la mecedora en la sala, Tan está con ella.

—Okay.

—E hice tostadas con mermelada —siguió y el omega suspiró, viéndolo pasar los botones a través de los ojales—. Come bien, regreso para el almuerzo.

Y no podía hacer nada. Era lunes, hacía un par de días que regresaron de Daegu y a pesar de las distracciones y de querer hacer algo más allá que solo ver a Taehyung frente al computador de su estudio, no pudo, no cuando tenía al alfa repleto de trabajo porque no solo cubre vacante en la universidad, sino que la fiscalía era un plus.

Un profesor sustituto terminó por renovar su contrato por un año más. ¿Será que terminará por ser nombrado?

A decir...el profesor Lee regresó, y para Jungkook no fue la mejor noticia. Aún más cuando fue el responsable de su accidente.

Vale, si no lo hubiera empujado de las escaleras, no estaría con Taehyung en este momento -ejem.

Cabeceó dos veces y a la tercera volvió a quedarse dormido.

Tal vez fueron un par de minutos que se dejó contra la comodidad de la cama y la densa esencia del alfa en su almohada. Se acurrucó en las sábanas ligeras, pues ya siendo primavera y a escasas semanas para iniciar el verano, el calor ya era relativamente más de lo pensado.

Fue el llanto de Uju el factor para enderezarse de golpe, quejándose ante el terrible mareo y presionó el talón de la mano contra su frente.

Quitó las sábanas de él. Se tropezó con uno de los juguetes de Yeontan regados por el piso, pero logró sujetarse a tiempo del marco de la puerta, quejándose un poco mientras recorría el pasadizo.

Y sintió calientito el corazón al ver al perro moviendo la cola, su hocico frente a la carita de la cachorrita para olfatearla, su cola meneándose de conmoción.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora