16. estupid smile

408 31 19
                                    

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

ME sujeté a los tirantes de mi mochila mientras escuchaba las ramas partirse bajo mis pisadas

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

ME sujeté a los tirantes de mi mochila mientras escuchaba las ramas partirse bajo mis pisadas. Carl y yo habíamos decidido salir de nuevo, cosa que se hacía más frecuente. 

El ojiazul agarró mi mano y entrelazó nuestros dedos. — ¿A dónde me llevas? 

Sonreí y tiré de él comenzando a correr. — ¡Por aquí, vamos! 

Soltaba carcajadas, las cuales se mezclaban con las suyas mientras sentía el viento estampar contra mi rostro. 

Me detuve de golpe al ver un caminante, y estampé al castaño contra un árbol para que el muerto no nos viera. 

— ¿Qué hac-? — Lo interrumpí siseando.

 Abrí mi mochila y saqué un temporizador de cocina. Arrastré la flecha para que sonara en cinco segundos y lo lancé lejos de nosotros. El reloj sonó y el caminante caminó hacia el. Agarré al ojiazul y comenzamos a correr hacia otra dirección. 

Paramos en unos árboles. Me senté en el suelo y apoyé mi espalda en el tronco. Él imitó mi acción sentándose frente a mi. 

— ¿Desde cuándo haces esto?

Lo miré extrañada. — ¿Hacer el que? 

— Salir de Alexandria. — Explicó mirándome. Me encogí de hombros. — No hace mucho, solo unos días. 

— ¿Aria lo sabe? 

Iba a responder hasta que esos característicos gruñidos se hicieron presentes de nuevo. 

Empujé a Carl hacia el hueco de un árbol para luego, meterme junto a él. Sentí las pisadas de los caminantes pasando a nuestro alrededor y giré mi rostro para encontrarme con el del ojiazul.

 Nuestras respiraciones entrecortadas se mezclaban, intentando relajarlas, cosa que no era muy fácil al tener al chico que me gustaba a centímetros de rostro. 

Grimes volteó hacia al hueco del árbol, por donde se podían observar los muertos vagando. 

— Es su planeta, nosotros sólo vivimos en él. — Susurré en su oreja, sintiendo como sus pelos se erizaban ante la cercanía.

𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐄𝐀𝐃 - carl grimesМесто, где живут истории. Откройте их для себя