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— ¡ABRID la puerta, abrid la puerta! — Aria y yo escuchamos los gritos de Rick, así que corrimos hacia la entrada.
Solté un grito ahogado al ver como este tenía una gran horda tras él. Esquivó a algunos de los caminantes y finalmente entró.
Michonne junto a Dalia cerraron la puerta la valla bloqueando el paso de los errantes.
Suspiré abrazando a mi hermana. — Entrarán tarde o temprano, lo sabes, ¿verdad? — Murmuré en su pecho.
— Si, soy consciente de ello. — Habló acariciando mi cabello.
La mayoría de los habitantes se encontraban en la entrada de la comunidad. Todos tenían una mueca de miedo en sus rostros, y era comprensible, pues estábamos rodeados de los muertos.
— Ya lo escucháis. — Explicó Grimes caminando hacia nosotros. — Algunos lo habéis visto. Han vuelto la mitad de ellos. Pueden tenernos rodeados mucho tiempo.
Cerré los ojos tratando de mantener la calma, no podía perder el juicio a estas alturas.
Rick continuó caminando entre los presentes. — Sé que tenéis miedo. Nunca habíais visto algo parecido.
— No habéis pasado por nada parecido.
— Pero estamos a salvo de momento. — Anunció tratando de tranquilizar a los demás. — El panel con el que chocó el camión parece intacto, y lo hemos reforzado, por si acaso. La valla aguantará seguro.
— Los demás volverán.
Suspiré pensando en Glenn, Isaac, Ruby, Abraham...
Mi hermana asintió de acuerdo. — Si, volverán. — Apoyó.
Grimes asintió en nuestra dirección. — Tienen vehículos. Todos entrarán por esa puerta.
— Saben lo que hacen.
Me separé de mi hermana y abracé a Aria. — Estarán bien. — Susurré Ella asintió sorbiendo su nariz. — Glenn es como mi padre, Sab, no puedo permitir que le pase nada.
