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— TODAVÍA pienso que Rosita y tú madre no deberían haberte dejado venir. — Farfulló Michonne mientras les dedicaba una mala mirada a las nombradas.
Me encogí de hombros ajustando el rifle en mis manos. — Soy muy terca, ya lo sabes, Mich.
Así es, me las ingenié para poder venir hacia aquella "misión" en la cual nos enfrentaríamos a los salvadores para ponerle fin a todo esto.
Hacer justicia.
Michonne no era la única que quería asesinarme. Cuando Nath se enteró de que iría, casi me amarra a la cama de la enfermería con tal de que no saliera. Además de aquello, también tuve que aguantar los reproches de mi prometido junto a las miradas de Enid y Aria.
A papá tampoco le había hecho gracia, pero Merle se encargó de que aceptara.
Se puede decir que tengo al mejor tío del mundo.
Tan solo me pusieron una condición, la cual era no exponerme a ningún tipo de peligro. Es decir, quedarme en el coche y vigilar el perímetro con el Walkie en mano.
Al fin y al cabo lo entendía. Había estado casi dos días inconsciente a causa de una estúpida bomba.
— Lo repito, tuvimos que amarrarla a la cama. — Canturreó Monroe con una sonrisa burlona.
Carl me dirigió una mirada molesta. — Empiezo a creer que era una buena opción
— Que os jodan.
De pronto, observé a Rick caminando hacia nosotros. — ¿Recuerdan lo que tienen que hacer?
Los cinco asentimos al mismo tiempo.
Aria se cruzó de brazos. — Cuando ellos aparezcan corran directo a los autos.— Repitió las mismas palabras que había dicho Grimes hace unas horas.
— Tomad. — Agarré la radio que nos tendía. — Mantenedla encendida por si sucede cualquier emergencia.
