Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
— CÓMO nos vean juro que te mato, Grimes.
Me mostró una sonrisa y me jaló hacia abajo, escondiéndonos tras unas cajas. Nos habíamos adentrado en uno de los camiones de los salvadores para ir hacia nuestro destino.
— No lo harán, linda. — Murmuró abrazándome por detrás.
Apoyé mi cabeza en su pecho. Estábamos recostados entre los paquetes de alimentos esperando a que comenzaran a moverse.
Cuando comenzó su camino, escuchamos un ruido extraño. Carl se asomó para ver de qué se trataba, y yo imite su acción apoyándome en su espalda.
Solté un suspiro de alivio al ver que era Jesús, aquel tipo de Hilltop.
— Hey. — Este volteó a causa del llamado de mi novio.
Me moví hasta dejarme ver, empujando cada vez más a Grimes hacia abajo. — Hola, soy Sabrina. — Saludé alegremente ignorando los quejidos del ojiazul.
— ¿Qué hacéis aquí? — Cuestionó con el ceño fruncido. — Como vuestros padres se enteren me matarán.
— No lo saben.
Le di un zape al castaño. — Eso no ayuda, idiota.
Vi como Carl forcejeaba con una de las cajas. Lo miré burlona, pues no podía abrirla. — ¿Necesitas ayuda?
— Deja de burlarte y ayúdame. — Reprochó haciendo fuerza. Solté una risita y me encamine hacia él.
Juntos abrimos la caja. Allí se encontraban todo tipo de armas. Agarré un rifle y lo colgué en mi hombro.
Miré extrañada a Jesús, quien dejaba caer sirope fuera del camión.
— Estoy dejando un rastro. — Respondió con simpleza. — Creo que estamos cerca.
Suspiré intentado liberarme de aquel miedo que me carcomía. No quería que Carl muriese.
— Deberíamos saltar, seguir el resto del camino. A ver que vemos.