Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ATENCIÓN ⚠️
Este capítulo contiene escenas de interacción sexual. Si no te agrada este tipo de contenido te invito a pasar al siguiente capítulo o salir de la historia ahorrándote los comentarios sin crítica constructiva.
Ahora si, dejo que continuéis. Espero que lo disfrutéis de la misma forma que lo hago yo escribiendo
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
REBUSQUÉ en uno de los cajones de Dalia algún preservativo. Solté una risa burlona al ver el paquete medio vacío.
Yo tampoco imaginé que encontraría de esta forma, pero hacía unos días en los cuales me sentía de una manera un tanto extraña. Cuando Carl tocaba una sola parte de mi cuerpo o simplemente me miraba con esos intensos ojos azules, todo mis sentidos se alteraban y mi piel comenzaba a arder. Ya casi cumpliría los diecisiete y era completamente normal que me sintiera así.
De repente, escuché un carraspeo detrás de mi.
Mierda.
Me giré lentamente encontrándome a mamá en el umbral de la puerta, cruzada de brazos.
— ¿Me estás robando? — Preguntó con una sonrisa divertida.
Escondí rápidamente el empaque plateado sintiendo mis mejillas arder. — N-no es eso.