Welcome To My Industry » j.b

20 > Cokeheads

LISSA WESLEY

Retoqué mi pelo mirándome al espejo. Acomodé unos mechones en mi hombro y me miré. Nah. Agarré una coleta y lo recogí en una cola bien alta. Nah otra vez. Lo dejé suelto cayendo por mi espalda, naturalmente lacio.

 —¿Ésta o la negra?—David me mostró dos remeras prácticamente iguales.

—Son idénticas, David. Además ambas te quedan bien—reí y acomodé la tira de mi bata de algodón.

—No es así. Mira; ésta es un tono más claro y tiene el cuello en V.

—Bien. Usa la otra.

—Gracias—guiñó un ojo y se sacó la remera que ya tenía puesta para reemplazarla por una negra con el logo de Sex Pistols en ella. Disimuladamente, miré su abdomen a través del espejo.

Suspiré. Ni siquiera sabía por qué tanto problema, sólo íbamos a una reunión en casa de un amigo de Justin y David ya había ido a varias de esas reuniones. De todos modos, no podía negar lo guapo que se veía. Mientras se miraba al espejo apretaba su mandíbula y fruncía el ceño, lo cual le daba una expresión sexy. Cualquier mujer que no se volviera loca por él, me haría pensar que es ciega.

Caminé hacia el sillón de la habitación que compartía con David y me senté, apoyándo mis codos en mis rodillas e inclinándome hacia adelante. Estaba realmente muy cansada por el concierto de aquella noche. Eran ya las doce y no había dormido en todo el día. Había logrado tapar mis ojeras, pero el cansancio se notaba cada vez más. Mis ojos empezaron a cerrarse así que decidí levantarme y terminar de arreglarme para salir por primera vez con Justin, David, Lil y Selena. Miré por el gran ventanal que daba a la ciudad de Dubai mientras desataba mi bata.

 —Mierda, estás hermosa—David habló haciéndome sobresaltar. Sonreí y lo miré, caminando hacia él; se encontraba al lado de la puerta esperándome para salir—¿Vamos ya?

—Gracias, tú también estás guapo eh—reí—Sí, vamos.

***

Si hace unos meses me hubiesen dicho en el futuro irás a una fiesta, te sentarás a tomar unos tragos con Miley Cyrus y hablarás de proyectos musicales juntas. Luego bailarás un poco con las Kardashian y tendrás una charla divertidísima con Big Sean, Justin Bieber y Selena Gomez probablemente me habría reído hasta llorar porque aquello era imposible. Sin embargo ahí estaba, con la música a todo volumen, rodeada de gente conocida por medio mundo, riendo de los chistes sin sentido de Sean por el efecto del alcohol y viendo como Selena mordisqueaba el cuello de Justin en frente mío.

Fruncí el ceño y observé a los muchachos que se sentaron en los sillones alrededor de nuestra mesa. Sonreí cuando reconocí a Lil, el cual venía con dos amigos más. Uno muy grandote y el otro era más bien delgado y de facciones afiladas.

Me saludaron sin darme mucha importancia, lo único que hicieron fue codear a Justin y poner unas bolsas con contenido blanco sobre la mesa. Sean intentó distraerme y yo fingí no darme cuenta, pero de reojo vi como ponían la cocaína sobre la mesa y Justin, ya afectado por el alcohol, acomodaba líneas con una tarjeta color azul. Lil sólo se hizo hacía atrás y dejó que todos hagan lo que tenían que hacer.

"Yay" fue lo único que dijo Selena y la observé hacer una sonrisa mientras estiraba sus manos para agarrar un billete de cien dólares. Con mucho cuidado, lo puso alrededor de su dedo haciendo un perfecto rollo y lo sostuvo con su mano derecha. Se sentó al lado de la mesita de vidrio al igual que los otros y se agachó, tomando una línea, aspirándola como al aire mismo. Me dio asco. Mucho asco. Pero peor fue cuando Justin lo hizo...