13 > No feelings

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Ella siguió derecho por su camino, mirándolo de reojo.

Lissa y Justin no habían hablando hace un par de días. Justin nisiquiera recordaba lo que había pasado tres noches atrás pero si sabía que había estado cerca de ella. Por otro lado, Lissa sentía una extraña sensación cada vez que estaba con él, y en contra de la marea de sus propios sentimientos, lo había dejado de hablar.

Lissa se sentó agotada luego de una pequeña presentación en vivo en SNL. Se recostó en el asiento trasero del auto mientras el chofer la conducía hasta su casa. Abrió un poco la ventanilla respirando el frío aire de noviembre y cerró sus ojos. ¿Cómo iba a ser posible mantener a Justin fuera de su mente mientras, lugar al que iba, lugar al que le preguntaban por él?

Su cabeza daba vueltas una vez más, inundada en dudas. No tenía idea por qué el provocaba tanto en ella. Su belleza era por supuesto, innegable. Cualquier mujer se sentiría atraída por ese cabello color oro, por sus ojos mieles inundados de brillo (aunque últimamente sólo emanaban tristeza pura...), por esas facciones marcadas, sus labios. Jesús, sus labios.

Justin estaba confundido. No sabía por qué ella actuaba de esa manera. No la culpaba, de hecho, era obvio que iba a sentirse incómoda. Verse después de dos meses cuando ambos son conscientes de que habían follado como conejos sin conocerse completamente, era un poco extraño. El sonido de una llamada entrante en su teléfono lo sacó de su trance:

—Hermano.

—Eh, hola Lil.—Justin se calmó un poco.

—Llegué a L.A hace una hora. Estoy yendo para allá. ¿Cómo va todo?

—Un poco confuso. Cuando llegues verás.

—Bien, nos vemos en un rato hermano, adiós.

—Adiós.

Un suspiró fuerte y la puesta cerrándose se escuchó en el living y Justin salió de la cocina para ver quien era. Lissa entró con cara de agotada y se tiró en el sillón.

—No puedo más.—dijo sin ser consciente de que estaba acompañada.

—¿Cómo fue?

—Oh..—Lissa levantó la mirada hacia él cuando escuchó su suave voz. Justin tomó asiento en el apoyabrazos del sillón.—Bien... sí, muy bien, excelente. Sólo necesito dormir un buen rato. 

—Te cansas rápido. En la gira vas a acostumbrarte más. 

—Mhm.—asintió Lissa dándose vuelta en el sillón para mirar al techo.

Justin no pudo aguantarse más.

—¿Por qué no me quieres hablar?—frnció el ceño mientras decía eso. Su tono de voz había pasado de calmado a un poco furioso.

Lissa suspiró.

No puedo estar cerca tuyo sin sentir que mis hormonas vuelen a la octava nube. O mi corazón.

—Siento que te molesto. Siento que no quieres estar cerca mío.—mintió Lissa.

Justin frunció el ceño aún más.

—Lissa... nunca he dicho que me molestaras.  Es más, creo que hace unos días en el estudio te he dicho que me gusta pasar tiempo contigo. Te estás escondiendo algo.—la miró con ojos acusadores.

—No es eso es que... siento una especie de...—hizo una mueca pensando que decir. Era o volver a mentir o decir la verdad.—tensión... tú sabes...

—¿Sexual?

Lissa se encogió de hombros y asintió levemente. El gesto de Justin pasó de ser confundido a uno burlón. Se levantó del apoyabrazos del sillón y se dirigió al lado de Lissa. Se sentó a una orilla y la miró a los ojos. 

Welcome To My Industry » j.bWhere stories live. Discover now