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14 > Peaceful

LISSA WESLEY

Divisé el espectacular amanecer por su gran ventanal apenas abrí los ojos. Un poco despistada, miré el reloj. Marcaba las 6:00. Fue una sensación distinta. 6:00. Raras veces me despertaba a una hora tan redonda. Siempre solía ser a las 8:34. 9:56. 10:43. Mi vida carecía de alarmas.

En aquel preciso momento el sol se alzaba sobre el horizonte. Su reflejo fulguraba sobre la piscina que estaban en el gran jardín. Me regodeé en mi cama y de repente noté que estaba desnuda y lo recordé.

 Seguía un poco estupefacta. Anoche nisiquiera había hablado con él, sólo habían follado y ya. Y él se fue diciendome que no quería sentimientos entrometidos. Y lo dijo totalmente seguro de que ibamos a tener sexo otras veces más. Por mi cabeza pasaban las imágenes de él acariciándome. Él besándome. Él adueñandose de mi cuerpo una vez más. Por un momento pensé que me gustaba él, pero me dije a mí misma que sería muy superficial ya que sólo sabía que era jodidamente atractivo, que era famoso, tierno y con problemas de ira. Y que era un adicto al sexo y a las drogas. No podía decir más. (Mi mente intentó evadir el hecho de que follaba mejor que cualquier hombre en el mundo).

Entonces mis pensamientos fueron interrumpido por carcajadas.

JUSTIN BIEBER

—OTRA VEZ NO PUEDE SER—dije enojado y Lil se rió. Había perdido otra vez en el truco. Me sentía contento de tener a Za de vuelta conmigo, ya empezaba a extrañarlo.

La puerta se abrió despacio y no divisé quien era hasta que vi su largo cabello negro.

—Justin, ¿podrías bajar el volumen de tus risas?—miró a Za y sonrió tímida.—Hey. Tanto tiempo.

—¿Melissa?—Za se levantó y se acercó a ella.

—Lissa Wesley, ahora.—rió ella y le extendió la mano para que él la estrechara. Fruncí el ceño cuando él ignoró su mano y la abrazó fuerte.

—Tanto tiempo.—dijo.

Suficiente. Debía hacer que la atención de Lissa volviera a mí. 

—Lo siento, ya no nos reiremos más. Necesitas descansar, sólo no sabía que ayer te había follado tan fuerte que tendrías que descansar tanto.

E hizo lo peor que podría haber hecho: me ignoró y siguió hablando con Za.

Inmediatamente sentí ganas de golpearla hasta que quedara inconsciente. Mi respiración se aceleró y me acerqué a ella. La empujé fuera de mi habitación. 

—Ve a dormir, puta, no nos molestes y prepara ese cuerpo para complacerme ésta noche también.—cerré la puerta antes de que el puño de Lissa tocara mi cara. Si había algo que odiaba era que me ignoraran. Y mucho más ella.

Lil me miró enojado.

—Estaba hablando con ella.

—No me importa.

LISSA WESLEY

Durante la última semana no había dormido bien ni mucho menos comido bien. Estaba todo el día de acá para allá. Las entrevistas y presentaciones rebosaban mi agenda y sentía que explotaría en cualquier momento. Justin no me hablaba y se encargaba de humillarme frente a todos todo el tiempo. Cuando David estaba presente me defendía, pero la mayoría de las veces no estaba y lidiar con Justin era difícil. Era rudo. Muy.

—Caitlin...—dije al teléfono sentada en el backstage.

—LISSA, POR DIOS, TE EXTRAÑÉ TANTO. ¿CÓMO ESTÁS?