33 - 2 > It feels so weird

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LISSA WESLEY

Sentí como mi garganta se cerraba de a poco, mientras se formaba un nudo y los pinchazos en mi nariz empezaron a hacerse presentes.  Podría haberme echado a llorar allí mismo, pero por primera vez decidí contenerme por completo. Mantendría mi dignidad, al menos frente a ella.

Luego de unos segundos que parecieron eternos, Selena se separó de Justin y dirigió su mirada hacia mí lentamente. Su mueca fue de asombro y luego de asco, a la cual respondí levantando mi ceja. 

  —¿Qué hace ella aquí?—preguntó.

—Trabajo aquí.—espeté antes de que Justin pudiera siquiera decir algo. 

 —Tú deberías haberte mudado hace un tiempo ya. ¿Querías ocupar mi lugar?

—Yo no decido donde vivir, pero por ahora estoy muy cómoda aquí.—dije con una sonrisa cínica.

  —Scooter no ha hablado con ustedes, ¿verdad?—la sonrisa de Selena no indicaba nada nuevo. Justin frunció el ceño.

—¿De qué debería hablarnos?—preguntó él, confundido. La risa de Gomez no me tranquilizó en nada. Se adentró a la casa, dejando la maleta en la puerta y se sentó en el sofá.

 Un portazo resonó en la casa y los tres buscamos el origen. Scooter salía de su oficina y se quedó quieto, observándonos con los ojos muy abiertos. 

  —Eh, Selena—dijo en forma de... ¿saludo? ¿Por qué ninguno de los dos estaba sorprendido? las ganas de llorar eran cada vez mayores pero intenté completamente poner mi escudo personal al máximo. 

—Eres un mentiroso—Selena cruzó sus brazos sobre su pecho y se enderezó en el sofá— es ahora o nunca, Braun. Yo no soportaré ésto un minuto más.

—Perdón pero necesito saber qué está pasando.—dije expresando cansancio en mi voz.

  Scooter abrió de nuevo la puerta de su oficina.

  —Justin y yo necesitamos hablar, Lissa. Ve a tu habitación o haz lo que tengas que hacer, luego conversaremos bien.

  —Ésto es demasiado raro, Scooter,  y no me está gustando. Luego quiero hablar contigo y con Nina.

Justin me miraba desde la puerta de la oficina con culpa en sus ojos y mi corazón se retorció. Intenté poner mi rostro inexpresivo y subí las escaleras hacia mi habitación sin mirar a nadie más. 

Cerré de un portazo y agarré mi cabeza, sintiendo como la desesperación se expandía por todo mi pecho. ¿Qué demonios estaba sucediendo? Las cosas estaban mal, muy mal. Y era un asunto turbio. Scooter nos ocultaba algo, o al menos a mí.  Me senté sobre la cama y suspire de forma pesada.

"Me enamoré de ti" me había dicho Justin. Me había besado, abrazado, me había hecho sentir especial por sólo cuarenta y ocho horas para que luego vuelva su novia. Porque aunque deteste admitirlo, ella es su novia. 

"Es un contrato" me recordó una voz en mi interior, intentando tranquilizarme. Pero decidí ser realista: no era un contrato de dos meses, era un contrato que venía de hace mucho tiempo y ambos habían desarrollado emociones y sentimientos reales por el otro.

En esos dos días, que fueron los más felices de éstos últimos tiempos, se había creado una ilusión en mi interior, sin embargo al ver la forma en la que se abrazaron se destruyó de a poco.

Él, teniendo novia, me había ilusionado con un futuro que no iba a existir.

O quizá no era toda su culpa. Yo sentía el miedo cuando me confesó eso. Quizás solo se había confundido. Pero entonces sí era su culpa, porque tendría que haberse asegurado de lo que sentía antes de decírmelo. Lo que yo sentía por él era verdadero y ahora tendría que tragármelo todo.

Welcome To My Industry » j.bWhere stories live. Discover now