Welcome To My Industry » j.b

06 > Welcome to my industry

Narrador Universal.

Sobre las cuatro y media de la mañana el avión aterrizó en el aeropuerto de Miami. Todos llevaban el equipaje y Scooter sonrió al ver a Justin y Melissa enfrascados en una conversación bastante alegre. Ella hablaba haciendo gestos con las manos y sonriendo, estaba bastante despeinada y sin maquillaje pero aún así Justin la miraba como si fuese un cachorrito suave y lindo al cual tenía que cuidar. Le sonreía mientras ella hablaba y la miraba con una mirada que la verdad no se le veía hace bastante. Era la primera vez después de meses que Justin se veía fresco y feliz.

—Vamos, chicos, a bajar.—dijo Scooter mientras le tocaba el hombro a Justin. Se levantaron todos y antes de bajar del avión Justin y Melissa se pasaron unos suéteres bastante grandes para cubrirse la cara, ya que, por obviedad, habrían varios papparazzis fuera a pesar de ser las cuatro de la mañana.

Bajaron del avión con una velocidad impresionante y automáticamente los flashes invadieron el ambiente. 

—¡JUSTIN! ¿QUIEN ES ELLA? ¿ES TU NUEVA CHICA?

—¿YA NO ESTÁS CON SELENA GOMEZ?

—¿ES CIERTO QUE SELENA GOMEZ TE ESTAFO?

—¡JUSTIN! CONTÉSTANOS

Los gritos no dejaban escuchar nada y los flashes cegaron por un momento a Melissa. 

—¿SON CIERTOS LOS RUMORES DE UN CONTRATO DE PUBLICIDAD PARA DARLE RELEVANCIA A ESA MUCHACHA?

Más gritos. Al fin lograron meterse en el auto que los llevaría al hotel en Miami y entraron apurados distribuyéndose en tres camionetas de gran tamaño. Justin y Melissa se mantuvieron juntos, ya que él sentía algún tipo de compromiso en haberla metido en todo ésto de la fama. 

Ella miró a Justin un poco asustada y el la miró ¿compasivo?

—Lamento haberte metido en ésto... no debería haberte dicho que vengas...

—No importa ésto. Yo quería estar contigo.—Melissa lo miró con los ojos brillosos y el remordimiento comió a Justin por dentro al darse cuenta que la estaba ilusionando con un amor que nunca ocurriría. Él sólo respondió con una sonrisa torcida y la recostó en sus piernas.

Se acercaban a las manzanas del hotel y los gritos abrumadores se acercaban cada vez más. Ambos pusieron un gesto de "Jesús, estoy estresado" y se sentaron erguidos para prepararse. 

 —Tápate la cara.—dijo Justin y ella le hizo caso. Él se acercó a la ventanilla y empezó a tirar besos para calmarlas y distraerlas de Melissa. Abrió un poco y saco la mano. Casi se la arrancan. Rió para sí mismo. Fue un desastre llegar al estacionamiento y poder subir a la habitación. Ella  se sentía acosada y agotada, al igual que Justin, sólo que sin la parte de "acosado": todo era completamente normal para él.

La suite era bastante lujosa. Tenía una vista espectacular del mar. Pero había algo raro... sólo había una cama de dos plazas.

 —Eh... Justin... ¿dónde dormirás?—insinuó Melissa, incómoda.

 —En la cama.—dijo él como si fuera lo más obvio del universo y ella fuese una tonta.

 —¿Y yo?

 —En la cama.

 —No, dormiré en el sillón.

 —No seas dura por una vez y duerme conmigo.

 —Dijiste que sería como amigos.

 —Juro no tocarte en toda la noche...—levantó sus brazos en forma de rendimiento.—Mientras me resista.—agregó en un murmullo. 

 —Te escuché, idiota.

 —Hey, hey, hey... por qué tanta agresión.

 —Lo siento, es que ésto me pone los pelos de punta. No sabía que sería tan difícil...

 —Lo es.

 Él se sentó en la cama de la amplia habitación del lujoso hotel Fontainebleau Miami Beach y encendió la TV. 

 —La estrella pop Canadiense Justin Bieber fue vista con una chica éstos últimos días y al parecer viajó con él a Miami Beach. Ambos se encuentran hospedados en el hotel Fontainebleau y están juntos desde el concierto de Tampa, Florida. Se dice que ella es una prostituta...

—¿QUÉ?—Melissa se dió vuelta y miró la televisión horrorizada.

—Y Justin Bieber decidió llevarla con ella al darse cuenta de que quizás sería una amante divertida para distraerse.—siguió la reportera con una sonrisa cínica. —También...—Justin apagó la tele.

Melissa se quedó mirando a la nada.

—Eso era justamente lo que no quería.—señaló la televisión con la mirada perdida y triste. Se sentó al lado de él y suspiró.

—Cariño...—le dijo él mientras le rodeaba los hombros con un brazo—Bienvenida a mi industria.