48 > Gotta move

2K 94 3
                                    

LISSA WESLEY

Ni siquiera llegué a poner un pie dentro de la casa y ya tenía a Caitlin colgada de mi cuello lloriqueando mil cosas. No sólo ella, sino también Pattie, Xavier, Nina y Scooter.

— ¡La parejita! —chilló Xavier acercándose a abrazar a Justin y luego a mí. Sostuvo mi maleta para ayudarme y la lanzó hacia el sofá con una puntería increíble.

Luego de saludar a todos y del ataque de nostalgia de Pattie, fuimos hacia el comedor, donde habían preparado el almuerzo para todos. No tuve mucho tiempo de ponerme cómoda, ya que Nina pidió hablar conmigo en su oficina acerca de algunos asuntos de trabajo. Y es que me había acostumbrado tanto a estar en paz, sin nada que hacer, que me daba un poco de pereza saber que tendría que volver a mi vida de siempre.

Entré a la oficina y me senté en un pequeño taburete que había en un rincón, jugueteando con mis dedos. Nina se sentó tras su escritorio y puso sus lentes sobre su nariz, leyendo algunos papeles, revolviendo entre sus cosas.

— ¿Y? ¿Cómo la pasaron? —sonrió hacia mí.

—Fueron las dos semanas más lindas de mi vida, Nina—suspiré—. Es demasiado para contar...

—Ya me dirás otro día—tomó una hoja en específico y se acercó a mí. Tomó otro taburete y lo puso junto al mío—. Tengo que hablarte sobre otra cosa.

— ¿Pasó algo malo? —empecé a preocuparme por su forma de hablarme.

—No, no. Es sólo que...—señaló sobre el papel y leí que era. El contrato que habíamos firmado muchísimo tiempo atrás (o al menos así se sentía) —Ya han pasado los seis meses, y creo que hasta un poco más, ¿lo recuerdas?

— ¿Seis meses? —no entendía muy bien de qué hablaba.

—Cuando arreglamos todo esto, dijimos que David y tú tendrían que vivir bajo el mismo techo por seis meses. Sin embargo, al final terminó siendo más importante tu relación con Justin que tu relación con el otro. David se mudó y, digamos que ya es hora de que... no lo sé, Lissa, deberías mudarte, tener tu propio lugar.

— ¿Dices que ya no puedo vivir aquí?

—No es que no puedas, sólo digo que esta propiedad es de Scooter y Justin y tú deberían marcharse.

— ¿Y tú? —Sonreí con picardía— ¿Tú no deberías marcharte?

Al parecer esa pregunta tomó por sorpresa a Nina. Trago saliva y posó su vista en otro lugar muy lejos de mí, notablemente nerviosa.

—Bueno, yo...

— ¿Por qué no admiten que están saliendo juntos y ya? —no pude evitar soltar una pequeña risita y sentí ternura por mi representante—No es tan difícil.

—Es que no estamos saliendo aún...

—Pero pasa algo.

—Bueno, sí.

—Está bien, Nina, lo entiendo. No sólo porque acepto y respeto que ustedes quieran privacidad, sino también porque es hora de independizarme y vivir por mi cuenta. Pero tendrás que ayudarme, porque no sé muy bien sobre opciones...

—¡Oh, no te preocupes por eso! —el entusiasmo volvió a ella y se levantó del taburete. Corrió hacia su escritorio y tomó entre sus manos una carpeta con algunos papeles. Volvió hacia mí y me los extendió—He estado buscando algunos apartamentos y tengo dos opciones. Con todas las comodidades incluidas, servicio de valet parking, todo. Ambos están en la zona céntrica de LA, tienen una vista increíble de la ciudad, en fin, preciosos. Por otro lado...—me entregó otro papel... era un folleto. En él se veía una enorme y lujosa casa, tomada desde distintos ángulos.

Welcome To My Industry » j.bWhere stories live. Discover now