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01 > Oh...

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—¡Te dije que no tomaras antes del concierto! ¡Conoces a la perfección la reacción que tiene en tí esa mierda! —Scooter pateó la pequeña mesa ratona que adornaba el centro de la pequeña sala principal del Tour Bus.

Hubo silencio de mi parte.

—Ahora hay que lidiar con los medios y la basura que van a publicar. "canceló un concierto"—su voz sonó burlona y rió irónico. —Apenas llegues al hotel métete en cama. Te quiero ver bien para poder recompensar el concierto mañana. No quiero dejar esas fans sin su concierto y hacerte quedar peor.

—Bien.—Contesté frío y miré por la ventana la carretera.

—¿Bien? ¿Es lo único que dirás?—me retó e intenté contener mi furia de mil maneras porque explotar contra mi manager no era exactamente una buena opción.

 Reí sarcástico y me incliné hacia adelante. Lamí mi labio y entrecerré a mis ojos antes de responder.

—¿Qué mas quieres que diga? Yo también estoy enojado como la mierda. Detesto los medios y la basura que publican, detesto sentirme mal y encontrar una salida en algo que me hace sentir aún peor y que lleva a ésto mismo. Y aún peor... Ugh, como sea. Esas niñas sólo se preocupan porque se pierden un recital.—murmuré y volví a acostarme hacia atrás para darme cuenta que ya estábamos llegando al hotel. 

 Mientras acortábamos la distancia entre el Tour Bus y el hotel, los gritos se intensificaban y las manos se pegaban a los vidrios. Las chicas intentando ver algo a través del cristal y todas saltando. Empezamos a andar más lento. Me acerqué a la ventana poniendo mi mejor sonrisa para saludar y tirarles algunos besos. Luego, cuando nos alejamos de todo ello y entramos en el estacionamiento privado pude relajarme.

—Vas a tener que permanecer unos dos días más en esta ciudad. Mañana darás el concierto y pasado mañana un par de entrevistas que he anotado en tu agenda, conocer fans, y cosas por el estilo. Intentaré ordenar tus horarios lo más cómodos posible para que puedas descansar, no me gusta verte agotado. —Scooter habló ya dentro de la habitación del hotel. Puso una mano en mi espalda y me sonrió comprensivo. Suspiré y le devolví la sonrisa abrazándolo un poco. 

Scooter sólo era rudo porque era su trabajo, pero en el fondo sabía que quería lo mejor para mí.

—Gracias—musité—. Bajo un minuto, en serio necesito algo de aire fresco—dije algo agotado—. Vuelvo en un rato.Salí de la habitación y bajé por el ascensor al piso uno. En la recepción todos me sonrieron y yo les devolví el gesto, saliendo al patio trasero. Caminé rodeando la pared yendo hacia una palmera ubicada a unos 5 metros de la piscina.

Suspiré y tomé aire puro. Miré al cielo e intenté relajarme. 

Un golpe. 

¿Acaso algo había caído desde el muro que rodeaba el patio? Me asusté al principio hasta que pude divisar que era una persona. Me acerqué al instante, temeroso pero para ayudar a quien sea, pero rápidamente ésta se puso de pie: era una muchacha.

 Acomodó su pelo con una velocidad increíble, sin percatarse de mi presencia. Metí las manos en mis bolsillos y la miré, confundido, mientras se sacudía la ropa y guardaba un papel en un bolso. Repasé su cuerpo, desde su cabello negro, su piel morena, hasta sus ojos de un color verdoso casi celeste que brillaban incluso en la poca luz del patio.

 —Oh...—escuché salir eso de sus labios. La miré a los ojos y me estaba mirando en un shock total. Tenía su boca en forma de O y estaba totalmente quieta. Sus ojos se llenaron de lágrimas y mis labios pronunciaron una sonrisa. Sin decir más nada, la abracé y me rodeó muy fuerte con sus brazos mientras la escuchaba suspirar como si estuviese aliviada.