Capítulo 12

712 53 15
                                    

6 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

HONG KONG

Había descubierto que el hotel tenía una área gigantesca para tomar algo de sol, era mi nueva parte favorita del día.

-Así que aquí haz estado desaparecido durante estos tres días.

Levanté la mirada del libro que tenía entre mis manos, Dinah se encontraba frente a mí con las manos en su cadera. Parecía algo enojada conmigo.

-No me necesitabas, ¿o sí? Me habrías buscado como loca.

-No es necesario que te necesite para querer verte, Lauren.

Suspiré y la ignoré, había estado en paz estos tres días, pensaba seguir así. El libro estaba bastante interesante, alguna vez alguien me lo había regalado y lo encontré entre mis cosas en la maleta.

-Te estoy hablando, Lauren.

-Y yo te estoy ignorando, ¿no es obvio? Si vienes solo a reclamarme como la madre que jamás he tenido, puedes irte.

-Camila ha estado extraña.

-¿Me interesa?

-Paso desde que ambas quedaron solas.

-¿Ahora tengo yo la culpa?

-¡Por eso pregunto!

Endurezco la mandíbula, dejo el libro sobre mi regazo y quito los lentes de mi rostro.

-No me alces la voz. No sé qué le pasa a esa mujer, ¿cómo podría saberlo?

-¿No le hiciste algo durante...?

-No le he tocado un solo cabello, Dinah. Podría molestarla, pero jamás hacerle algo que ella no quisiera.

-¿Y qué no ha querido?

-Que la toque.

Digo obvia. Dinah me mira con discriminación.

-¿Qué han hecho?

-¿Yo o ella?

-¿Ambas?

-Nada interesante, pensé que ella te habría dicho.

-¿Decir qué?

-¿He cometido algún crimen? ¿Por qué tanta interrogación? Soy inocente de todo cargo.

Tomó asiento en la reposadera más cercana a mí y habló muy bajo.

-Su padre se ha comunicado con ella. Quieren que se vean.

-He movido mis propias fichas durante estos días, Dinah. Lo que haga o no haga me tiene en poca importancia, pensé que me sería más útil.

-Lo está siendo ahora. Piensa ayudar en todo lo que tú le digas.

Elevé una ceja. ¿Estaría dispuesta? ¿Se había pegado con algun mueble en la cabeza? Eso seguro.

-¿Qué quiere a cambio?

Ahora, todo se había puesto muy interesante. Mis informantes apenas estaban incluyéndose en el grupo y poco había tenido de ellos, pero confiaba sin duda alguna en cada uno. Como había dicho Camila, en el bajo mundo se hablaba mucho sobre el gran Alejandro Cabello.

-A ti.

Levanté mi rostro de mis manos, había estado en mis propios pensamientos hasta escuchar claramente a Dinah.

-¿Qué?

-Sí, también me tomó por sorpresa. Sin embargo, fue clara. Te quiere a ti.

-¿A mí? ¿Para qué?

MonógamaWhere stories live. Discover now