Capítulo 28

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12 DE MARZO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA

Abroché con seguridad el reloj en mi muñeca derecha. Estaba preparada.

Miré mi reflejo en el espejo y sonreí completamente satisfecha. Dinah había hecho un gran trabajo con buscar mi atuendo de la noche.

Un toque en la puerta me hizo caminar hasta allá. Aún esperaba a que Camila y Dinah salieran del cuarto de baño donde ambas habían estado encerradas durante más de dos horas.

Con quién me topé fuera, fue con mi padre. Él estaba totalmente vestido con  un traje de corte fino de color rojo vino. Sonreí.

-Te ves bien, padre.

-Y tú muy bien, hija.

Asentí.

-¿Qué te hace venir antes del evento?

Mi pregunta salió con sorpresa, pues era la primera vez que lo hacía.

Él respiro hondo y miró a los costados.

-¿Estás segura de lo que harás? Debes recordar que no habrá retorno.

Sonreí.

¿Acaso estaba preocupado por mí?

-Lo estoy, padre. Pensé dejartelo claro.

-Sí, lo hiciste, pero sé que eres como yo y puede que te hayas querido echar para atrás.

Reí y negué.

-Estoy bien, papá.

Asintió y arregló mi saco.

-Bien, nos veremos abajo, ¿sí?

-Vaya tranquilo.

El río y negó lentamente ante mi chiste. Se alejó y tomó rumbo al ascensor para irse al salón de evento al piso inferior. Varios de seguridad estaban detrás de él y otros estaban en la puerta cuidando de mí.

Miré la hora, aún había tiempo para llegar. Aún que, para mí era sagrado la hora de llegada, debía entender que Camila ahora formaba parte de mi vida y debía darle su tiempo femenino. Yo me consideraba mujer, pero no le encontraba sentido a tanto tiempo frente a un espejo mirando como quedaba mejor mi cabello. Si tenía hondas, bien y si no, también. Daba igual, siempre buscaban algo para criticarme.

Cosas de la Internet.

Revisé algunas cosas dentro de mi bandeja de entrada y al notar que no había nada interesante, salí. Me dirigí a las redes sociales y lo tendencia era lo que pasaría a continuación bajo estas mismas habitaciones. Habían varias cuentas en vivo mostrando todo lo que pasaba en la alfombra roja o dentro del mismo evento.

De solo recordar que sería grabada, entrevistada y debía posar me daba ganas de quitarme toda la ropa, tomar a Camila y meternos en la cama. No deseaba mucho bajar a donde todas esas pirañas.

-Estamos listas.

Eleve mi rostro notando a una apresurada, pero muy bien Dinah. Tenía un vestido blanco corto que la hacía verse bien de una manera discreta. Ella era quién estaba siempre a mi lado derecho, pero hoy pasaba a mi lado izquierdo ya que Camila me acompañaría por primera vez.

Camila...

Mi respiración se atascó al verla salir con un vestido negro largo con una abertura en el muslo derecho, unos tacones de perlas grises y un maquillaje extraordinario. Seguramente ella se llevaría toda la atención de las cámaras y personas. Dejé salir el aire de mis pulmones de manera lenta con una sonrisa estúpida.

MonógamaWhere stories live. Discover now