Capítulo 24

675 46 3
                                    

26 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

VANCOUVER, CANADÁ

-¿Soy sincera, Lauren?

Respiré hondo y asentí.

-Le creo.

Elevé mi rostro y le miré. Pensé que diría lo contrario.

-También lo hago.

-Comprobaré algunos datos y te confirmaré todo.

Asentí segura que haría lo correcto.

-Por cierto, dice que recuerdes enviarle su invitación a la boda.

Rió.

-Por supuesto que lo haré. Espero algo grande del líder de la Orden Mundial.

Ambas reímos.

Camila había desaparecido dentro de su habitación. Debía estar meditando todo lo confesado por mi padre y lo que sabía de su propia familia. Seguramente si encontraba algo, nos lo contaría.

-¿Qué ha pasado contigo y Mila?

Me arrecosté al asiento del balcón donde estábamos. Hacía bastante frío, pero prefería estar aquí a estar encerrada más tiempo.

-No lo sé con exactitud.

-¿La haz perdonado?

-No lo he dicho verbalmente, pero puede que sí.

Se inclinó sobre la mesa.

-Tu padre lo sabe, ¿cierto?

-Lo sospecha, sí.

Asintió y se volvió a colocar adecuadamente.

-Tu padre es un genio. A veces me preguntó como su cerebro trabaja tan rápido.

Me encogí de hombros.

-Solo quiero acabar con todo el lío confuso entre el padre de Camila y el mío. Luego, tomaré manos en África.

-¿Te meterás con ellos, Lauren?

Suspiré y masajeé mi frente.

Tenía tantas cosas en mentes que no sabía por dónde empezar. Existían muchas luchas y ni siquiera había tomado el control de la Orden Mundial, no quería saber que sería de mi vida estando con todo el poder.

-Debes casarte en dos meses, Dinah. De lo contrario, apenas podrás compartir tiempo con tu esposa.

-Estamos trabajando en ello.

-Necesito que permanezcas a mi lado. No puedes fallarme, Jane.

-No lo haré, lo juro.

-Lo que se va a venir no será fácil y no sabremos si estaremos listas.

Miró por el balcón viendo los grandes edificios a nuestro alrededor. Estaba todo muy colorido y lucia espectacular.

-Debes aclarar todo con Camila.

Recordé ese detalle y asentí. Por un segundo, después de mucho, la había logrado sacar totalmente de mis pensamientos. Ahora, la tenía nuevamente dando vueltas.

-¿Crees que pueda ser la elegida?

Dinah se sorprendió al escuchar mi pregunta.

-Lauren... Yo... No sé.

-Tal vez esté confundida, pero he sentido cosas que jamás he sentido por otra mujer.

-¿Quieres abrazarla y besarla cada vez que puedas?

MonógamaOnde histórias criam vida. Descubra agora