Capítulo 17

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10 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

MIAMI, ESTADOS UNIDOS

Camila permanecía a mi lado, mientras ambas esperamos a las noticias que traería Dinah de su prometida.

-Es ilegal, ¿no?

La pregunta de Camila me hizo volver al presente.

Me acomodé sobre mi silla y negué.

-Dinah, como mi compañía, tiene algunos privilegios. Si Normani de verdad no quiere seguir con Dinah se puede decir que ella es quién ha cancelado todo y se acaba.

-Pero, ¿quién recibiría a Normani...?

-A quienes sea que nosotras toquemos, son exoneradas de la regla de llegar virgen a su vida de monogamía. En cambio, no pueden acostarse con nadie más después de estar con nosotros. De ser así, ya sería ilegal.

-¿Todo eso se maneja con el control que se hace cada cierto tiempo?

Asentí.

-Que bestialidad.

Sonreí.

Seguimos esperando en la sala de la casa de las prometidas. Estaban hablando en su habitación o esperábamos que siguieran haciéndolo, si es que no habrían pasado a la reconciliación.

-¡Te quiero largo de aquí, Dinah Jane!

Me puse de pies de inmediato. Dinah casi sale cayéndose de la habitación al ser empujada por Normani. Me acerqué, no podía dejar que la tratara de esa manera.

-Esa no es la manera, Normani.

Negué interponiéndome al ver que se acercaba, nuevamente, porque Dinah no quería salir de la casa. Normani se enfureció en mi contra.

-¡Todo es tu culpa, maldita!

Intentó empujarme también, pero no logró moverme. Eso le molesto y trató de agredir mi rostro. La detuve a tiempo y la miré fijamente.

-No te atrevas a poner tu mano en mi rostro. Nada de esto es mi puta culpa. Sabías bien con quién te metías al aceptar salir con Dinah. Estoy aquí porque Dinah es mi amiga, pero me importa una mierda sus problemas de pareja. No intentes tirarme a mí la estupideces que hacen como prometidas.

-¡Ex prometidas!

-Prometidas. No aceptaré que la dejes, al menos que Dinah esté de acuerdo con esta idiotez que estás pensando. Me iré, pero como vea un solo rasguño en Dinah, no me importará quién seas.

Solté su mano, que aún sujetaba con fuerza, y me alejé. Dinah me miraba un poco asustada. Me acerqué para hablar a su oído.

-Date tu maldito lugar o lo haré yo.

La vi tragar grueso y asentir nerviosamente.

Tomé a Camila y salí de la casa de esas dos difuncionales. Ni siquiera para eso servían bien.

-¿Quieres ir a Starbucks?

Pregunté con renovado humor a Camila. Ella asintió y se ajustó su cinturón.

Manejé hasta el local más cercano y bajamos ambas. Pedí lo que ambas queríamos y nos sentamos en la mesa más cercana a la ventana, pero más alejada del resto de las demás.

Minutos después llegó nuestro pedido y conversamos de manera casual de cosas sin relevancias. Hasta que ella recordó nuevamente a la pareja del día.

-No pensé ver a Normani de esa manera. Sé ve tan tranquila.

Casi rió.

-Conozco a Normani desde hace mucho, podría decir qué es la que más se deja llevar por las emociones. Ya verás, dentro de una semana seguirán planeando su boda.

MonógamaWhere stories live. Discover now