Capítulo 21

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19 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA

Camila seguía en la misma posición para cuando volví. Lo hice sola, le pedí a Dinah mantenerse en mi habitación.

-¿Y Dinah?

Me planté frente a ella con celular en la mano. Ella se sentó adecuadamente para mirarme con una sonrisa confusa.

Ahora, teniendo conocimiento de todo su juego, podía entender como había logrado entrar en el cariño de ambas. Sabía jugar muy bien sus cartas y llegar a ganar a como diera lugar.

-¿Pasa algo, Lauren?

Le extendí el celular con la imagen puesta. Ella lo tomó y miró solo un poco, entendiendo rápidamente su entorno.

-Tu juego se acabó, Cabello.

-Lauren, déjame...

-¿Explicarme?

Sonreí de medio lado. Mirándola desde mi lugar, volvía a sentir que tenía el control de mí misma.

-Mi padre me advirtió de ustedes, los Cabello, pero me negué a creer en él. Ahora, me siento como una jodida idiota al haberlo hecho.

Se puso de pies con rapidez, la pasaba por muy poco, pero aún así debía elevar su rostro.

-Escucha...

-Solo escucharé si me dices la verdad. En cuánto parezca que mientes, olvidaré todo y te mandaré en pedazos a tu padre.

Intentó retroceder al escuchar mi amenaza, pero agarre con fuerza su antebrazo.

-Ahora, habla.

La senté en su lugar, nuevamente, con fuerza. Se quejó por mi poco tacto, pero era lo que menos me importaba.

-Tu padre se contactó con el mío hace cuatro meses, quería volver a unir ambos bandos. Tu padre, intentó tomarlo por idiota y quiso hacerle daño por la espalda. Por suerte, mi padre no es como antes y logró esquivar sus tropas. Quiso mandarme para hacer algo de trabajo sucio, debía haber llegado hasta tu padre, pero no lo logré. Todo lo que tenía planeado y estipulado se fue a la mierda porque... Porque...

-¿Por qué?

Apartó la mirada de mí y tomó aire profundamente.

-Por ti.

-¿Por mí?

-En el bajo mundo se dice que eres una completa idiota, peor que tu padre. Cuando llegué, lo alcance a pensar, pero cuando te conocí bien, pude notar que no es cierto. Me mostraste que eres otra humana más que no se deja llevar por todo el poder que tiene.

-Porque Dinah me lo pidió.

-¿Qué?

-No te creo ni mierda, Cabello.

Se volvió a poner de pies, nuestros pechos rozándose entre sí.

-Debes creerme. Cuando volví, sucia y golpeada fue porque me negué a seguir con el último juego sucio que él me pidió que hiciera.

-¿Cuál era?

-Lograr embarazarme de ti.

Enarqué una ceja y reí.

-Está loco. Ambos.

-Me negué y quiso obligarme. Me encerró en una habitación durante cuatros días donde solo me daba una comida al día, ¿qué clase de padre es ese?

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