Capítulo 14

727 47 0
                                    

8 DE FEBRERO DE 2040

ORDEN MUNDIAL

BUENOS AIRES, ARGENTINA

Estaba de vuelta para el hotel asignado. La reunión había sido más rápido de lo normal y de igual manera, fui presentada con Dinah mi compañía.

-No fue tan mal.

Comentó tomando un poco de vino que había en el auto. Asentí de acuerdo. Había salido mejor de lo que pensaba. Anteriormente, este país no aceptaba a mi padre como monarca, pero parece que dejaron todo de lado para hacer su reporte.

-¿Dónde iría tu padre?

-Seguro a conseguir a algunas para pasar la noche.

Hable sin interés. Dinah tomó un sorbo del vino antes de inclinarse sobre el asiento y mirarme fijamente. Enarqué una ceja.

-¿Qué?

-¿Por qué no haz ido con él?

-Porque no me apetece.

-¿No te apetece, en serio?

Negué sin miramientos.

-¿Qué te cargas con Camila?

-Hicimos el trato.

-¿Qué conlleva el trato?

-Ella trabaja para mí y me obtiene a mí.

-¿Por eso no te haz ido con tu padre?

-No, he dicho que es porque no me apetece, ¿qué no entiendes?

-Lau, mira... Cuando haces un trato de esa magnitud, te estas entregando a ella. En todo sentido. Eso quiere decir que no puedes estar con alguien más que sea ella o simplemente ver a alguien carnalmente, ¿sabes a lo que me refiero?

Fruncí mi ceño. Ella jamás dijo eso. Pensé que me utilizaría, pero podría estar con quien quisiera. Después de todo, no nos casaríamos, ¿o sí?

-Ella no ha dicho eso, Jane.

-Ay, Lauren, eres tan idiota a veces.

-¿Qué?

-Pensó que lo entenderías. Es bastante obvio. Prácticamente te está invitando a tener una vida de monógama.

-Yo no quiero una vida de monógama, Dinah.

Sonrío y terminó su copa de vino. Lo dejó a un lado antes de golpear mis rodillas con sus manos.

-¡Bienvenida a la vida de monogamía!

Cinco minutos después...

-¡Desquiciada!

-Camila.

Me corregió saliendo de su habitación con una sonrisa. Maldita...

-¿Es cierto que no podré estar con más nadie que contigo mientras este el trato?

Frunció el ceño y respondió de manera simple.

-Pensé que lo habías entendido.

-¡Ja, te lo dije!

Dinah se burló de mí desde la cocina donde tomaba un vaso de agua.

-Eso no puede ser posible, Camila.

-Tranquila, lo haz hecho muy bien hasta ahora. ¿Hace cuánto no te haz acostado con alguien?

Saqué calculo mentalmente, no lo recordaba claramente.

-¿Hace tres semanas?

-¡Wao, eso es nuevo récord!

Dinah seguía hablando desde la cocina, no sabía como hacía para escucharnos claramente.

MonógamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora