RED HAIR. Una historia de su primer amor.

4

Las cuatro personas se encontraban almorzando en un restaurante coreano reconocido de la ciudad, en este solian comer cuando eran jóvenes. A Jimin le llegaron recuerdos extraordinarios, todas esas charlas y risas con sus amigos de cuando iban a la universidad llegaron a su cabeza haciendole sonreir cómo un tonto. 

—Estrañaba tanto este lugar y la comida.— suspiró el pelirojo al terminar la frase.—Oh, claro que a ustedes también.

—¿Solo a nosotros?— preguntó Jin con una sonrisa pícara.

—¿A que te refieres?— el menor respondió.

—Ya sabes de que habla mi esposo, no te hagas el tonto— habló Namjoon metiendose un poco de kimchi a la boca, resiviendo una expresion confusa de parte del menor—Bueno, se refiere a Yoongi— dijo con un tono sumamente tranquilo.

—¿Yoongi?—interrumpió Jennie imitando la acción de Namjoon con el kimchi.—¿Tu amor insuperable?.

—¡Oye!— gritó totalmente sonrojado el pelirojo. —Ya lo he olvidado... hace muchos años.

—No mientas, siempre sueñas con el y comienzas a decir su nombre dormido. "Yoonie, no me dejes", "Yoon vuelve", Yoongi esto, Yoongi aquellos.—Habló la secretaria con una voz burlona.—haciendo que su jefe la mirara con ojos asesinos.

—No te preocupes, Jimin. El tampoco te ha olvidado aunque también siempre diga lo contrario.— afirmó Jin.

Estas palabras hicieron brillar los ojos de Jimin al instante, sintió mariposas y luego cayó a la realidad nuevamente.—¿Que quieres decir con eso?.

—Es verdad, lleva años saliendo con personas parecidas a tí. Siempre pelirojos, de ojos marrones, tiernos... ya sabes. Min lo niega a todas costas pero Jinnie y yo sabemos que no te ha superado y solamente  busca remplazarte.—Este era Namjoon.

—Realmente ya no me interesa—mintió—Yoongi solamente es un bonito y doloroso pasado.

—Está bien.—Jin dijo nada convencido— Ahora debo volver a trabajar y Namjoon también, ¿cuando volveré a verte, Mimi?.

—Oh claro, pues en una semana debo volver al hospital para que el doctor me retire los puntos de la herida, te veré ahí.

—Claro, nos vemos. Fue un gusto conocerte, Jennie.— dijo el mayor y su esposo sonrió.

—El placer fué mío, gracias por la comida.

—No fue nada. Espero volvamos a comer juntos nuevamente—Namjoon contestó.

Hicieron una pequeña reverencia de despedida  los esposos se retiraro  dejando a la joven secretaria y a su jefe el pelirojo solos.

—"Yoongi es pasado"— habló Jennie luego de varios segundos en silencio.—¿Por qué mientes "Mimi"?.

—Ash, ¡Ya callate!— el pelirojo pronunció rodando los ojos.—Vamos, volvamos al trabajo también.

—Ah, vamos. No te enojes solo bromeaba.—Contestó la joven enredando su brazo con el de Jimin para caminar juntos hacía su coche.—¿Y si nos tomamos un descanso por hoy?.

—No comiences.—Jimin contestó.

De camino a su futura agencia, Jimin iba pensando en lo que sus amigos habian dicho en aquel restaurante. ¿Realmente Yoongi todavía pensaba en Jimin?, esto fue una noticia tranquilizante para el pelirojo ya que este durante estos seis años seguía pensando en su exnovio también.
"¿Que habrá pasado con Yoonie?", "¿habría cumplido sus sueños de volverse un productor famoso?".  Jimin siempre buscó el nombre  de "Min Yoongi, productor de música" pero no obtenía ningún resultado en Internet así que pensó que tal vez este se había rendido de sus sueños que el mayor tanto anhelaba.

—Llegamos.—La voz de Jennie lo sacó de su burbuja de pensamientos.

Entrando al edificio de su nueva agencia. Visualizó que las instalaciones de la sala de recepción estaba lujosamente acabada. Subió al ascensor que lo llevaba de piso a piso donde el pelirojo recorrido espacio por espacio hasta llegar a su oficina. Jimin suspiró dejando en su rostro una expresión de satisfacción. "Cada esfuerzo tiene recompensa" dijo mentalmente.

—Todo está perfecto, ¿no crees Jennie?.

—Claro, tu elegiste la decoración. Y tus gustos siempre son perfectos.— Ambos sonrieron satisfechos con los resultados.

—Mañana comenzaremos a trabajar.—Habló Jimin colocando sus manos en los bolsillos de sus pantalones elegantes y extremadamente caros.—Ahora si. Todo está listo.

(...)

La semana había comenzado y con ella mucho trabajo. Empezaban a hacerse divulgaciones, lo cual no fue demasiado difícil, ya que Park Jimin era un nombre muy conocido dentro y fuera de Corea. Modelos de varias provincias de Corea e incluso de toda Asia estaban ansiosos por hacer una entrevista y tener la oportunidad de ser contratados por la compañía Park.

Jennie era una empleada muy perfeccionista e hizo todo lo posible para que todo estuviera en orden. Se ocupó personalmente de cada modelo que solicitó un trabajo en la empresa. En ese momento, terminó de firmar un contrato con Tzuyu, una chica taiwanesa de 23 años y pelo castaño; parecía perfecto para la empresa.

Park Jimin se puso en contacto con patrocinadores que estaban dispuestos a ser parte del futuro desfile de modas que planeaba el pelirrojo. No había nada revelado al respecto hasta entonces, necesitaba hacer todo con calma. Solo Jennie estaba sabiendo de todo, ya que lo habían planeado juntas, por lo que la mujer analizó con calma quién estaba a cargo de representar a agencia, mientras que Jimin lideró cada diseño e idea presentada por el equipo de diseño y costura.

Ese desfile será perfecto, pensó Jimin.

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Hemos agregado un nuevo personaje.