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La semana pasó rápidamente y llegó el día de ir al hospital para sacarse los puntos de la herida ya cicatrizada.
Jimin despertó tarde hoy, 10:45am y Jennie estaba gritando por toda la casa desde que ingresó por la puerta principal hasta llegar al cuarto del pelirojo, este al escuchar la voz de su amiga se cubrió el rostro con la almohada.

—¡Arriba, arriba bello durmiente!.— La pelinegra siguió gritando.

—Solo cinco minutitos más, por favor.— reclamó su jefe.

—Nada de eso, hoy tenemos mucho que hacer.—habló ella—primero, levantate porque debemos ir al hospital, segundo, comer por algún lugar por que ya no nos alcanza el tiempo para desayunar aquí, tercero ir a la empresa y resolver todo para el desfile, y cuarto... ¿que era?, oh es verdad, tus amigos el fortachó y el cara de Dios Griego llamaron, Te invitan a cenar hoy a las ocho.

—Namu y Jinnie?, está bien. Puedes confirmales que si iré—habló el pelirojo luego de sentarse en la cama un poco desorientado—Preparame mi ropa mientras me doy una ducha para luego dirigirnos al hospital.

—¡Si señor!— contestó Jennie.

—Gracias cariño.— Habló Jimin entrando al baño,  Y su secretaria fue rapidamente hacia el closet del pelirrojo a buscar un buen par de ropa.
Esta tomó un crop top negro masculino -de los tantos que tenía Jimin en su closet-  unos jeans negros -flojos-  y un hoodie rosa claro.

Este salió del baño en bata y con una toalla se secaba los cabellos rojizos. Tomó la ropa que estaba sobre la cama y...— ¿Un crop top, Jennie?—el pelirojo miró seriamente a su secretaria—Estamos en Corea, no creo que sea muy normal ver a un hombre caminando por las calles con un top puesto.

—No seas exagerado, siempre usaste crop tops en América.—habló ella— Y después de todo te dejé un abrigo para que te lo pusieras encima.

—America es diferente—suspiró el pelirojo—está bien, con el hoodie nadie va a ver que llevo un top puesto, ¿verdad?.

—si, si. Vistete rápido para irnos que ya estamos atrasados.

(...)

En el hospital fue rápido el proceso con la cicatriz, pero luego tocaba otro sermón del doctor y esta vez no se salvó ni Jennie.

—Deverias cuidar a tu esposo, niña.—Reclamó el doctor.

—No es mi esposa, es mi secretaria.—suspiró el pelirojo—¿Porqué todos piensan que estamos casados?—reclamó Park con los brazos cruzados.—Ni siquiera es mi tipo.

—Claro que no soy tu tipo, I don't have dick—Habló Jennie en inglés para que no sonara tan vulgar frente al doctor y que nadie la entendiera.

El doctor carraspeó, luego habló incomodo y totalmente sonrojado.—Entiendo, ya pueden irse.

El pelirojo tomó la mano de su amiga y rápidamente salieron del consultorio y ya fuera de este Jimin volvió a hablar un poco avergonzado —Creo que entendió lo que dijiste, Jennie.

—Pienso lo mismo.— Contestó ella cubriéndose el rostro con la mano libre mientras seguian caminando rápidamente.

Mientras Jimin reía y miraba como su amiga iba avergonzada por los pasillos del hospital, por un momento levantó la mirada y vió cómo un hombre con lentes oscuros, encapuchado y con un vaso de café caliente venía distraído mirando hacia el suelo a dirección de su amiga. El pelirojo reaccionó rápidamente y con un movimiento fugaz se colocó frente a su secretaria para así resivir toda la bebida caliente sobre su sudadera.

—Maldició!—reclamó el pelirojo.

—Lo siento, venía distraído. ¿Estás bien?— habló el hombre.

RED HAIR.  Una historia de su primer amor.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin