Capítulo XVI

92 25 5
                                    

Como era de esperar, pasé la mayor parte de Acción de Gracias husmeando por la casa, solo. Mamá realmente no pudo quedarse, tenía una doble jornada, la cual la tendría fuera de casa desde alrededor del mediodía del jueves hasta el mediodía del viernes.

Yo podría haber ido al lado. Tanto Yeji como Hyunjin me habían invitado, pero no me sentía bien para ir a celebrar su extraterrestre Acción de Gracias. Y a pesar de la cantidad escalofriante de miradas furtivas que lanzaba desde mi ventana cada vez que oía la puerta de un coche cerrarse fuera, sabía que todo el mundo que asistiría a la cena sería alienígena. Incluso Yuna llegó con sus hermanos, con el aspecto que iba a un funeral en vez de una cena.

A una parte de mí no le gustaba que ella estuviera allí. Sí, estaba celoso. Estúpido.

Pero había tomado la decisión correcta al no ir.

Era un manojo de nervios. Solo en lo que iba del día había volcado la mesa de café, roto tres vasos, y volado una bombilla. Estar con la gente probablemente no era una buena idea, pero hubiera sido agradable perderme en las festividades por un rato. Lo único bueno era el hecho de que mi cabeza no se sentía como si estuviera siendo destrozada después de las travesuras.

Alrededor de las seis de la tarde, sentí un cosquilleo ahora-tan- familiar en la parte de atrás de mi cuello, justo antes de que Hyunjin llamara. Una bola de sentimientos confusos se desplegó dentro de mí mientras me apresuraba hacia la puerta.

Lo primero que me llamó la atención fue la gran caja al lado de él, y entonces me llegó el aroma de pavo asado y ñame.

—Hola —dijo, sosteniendo una pila de platos y cubiertos—, feliz Acción de Gracias.

Parpadeé lentamente. —Feliz Acción de Gracias.

Di un paso a un lado.

Sin dejar de sonreír, él entró y saludó con la mano libre. La caja se levantó del pórtico y se arrastró detrás de él como un perro. Aterrizó justo en el vestíbulo. Cuando cerré la puerta, vi a Yuna y Yeojun subir en su coche.

Ninguno de los dos miró hacia acá.

Un nudo se formó en mi garganta cuando me volví hacia Hyunjin.

—He traído un poco de todo. —Se dirigió hacia la cocina—. Hay pavo, camote, salsa de arándanos, puré de papas, guiso de judías verdes, una especie de cosa crujiente de manzana y calabaza... ¿Gatito? ¿Vas a venir?

Separándome a mí mismo fuera de la puerta principal, fui a la cocina. Él estaba preparando la mesa, dejando al descubierto los platos. Yo... yo no sabía qué pensar.

Hyunjin levantó las manos y dos candelabros de cristal que mamá nunca utilizaba flotaban sobre la mesa. Velas vinieron después, y con un movimiento de su mano, la mecha provocó llamas diminutas.

El bulto creció, casi me ahogo.

Vajillas y vasos vinieron de varios cajones abiertos. El vino de mamá salió volando de la nevera, vertiendo en dos copas de cristal mientras Hyunjin estaba en el medio de todo. Era como una escena sacada de La Bella y la Bestia. Me quedé esperando un vaso de agua para empezar a cantar.

—Y después de la cena, tengo otra sorpresa para ti.

—¿En serio? —Susurré.

Asintió con la cabeza. —Pero tienes que cenar conmigo primero.

Me arrastré hasta la mesa y me senté, mirándolo con los ojos borrosos. Me puso un plato y luego se sentó a mi lado. Me aclaré la garganta. —Hyunjin, yo... no sé qué decir, pero gracias.

Onyx² [HYUNLIX]Where stories live. Discover now