Capítulo XXVI

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El sonido furioso de―: ¡FELIX YONGBOK LEE! ―siendo gritado, seguido de una risa ronca masculina fue lo que me despertó de la bruma satisfactoria del sueño profundo. Mis ojos se abrieron, y traté de recordar la última vez que mamá había usado mi nombre completo. Ah, sí, había sido años atrás, cuando había intentado acariciar a un bebé zarigüeya que había entrado por el balcón de alguna manera.

Mamá estaba de pie en la puerta de mi dormitorio, vestida con su bata, con la boca abierta. Chanyeol permanecía detrás de ella, con una extraña sonrisa satisfecha en su rostro.

―¿Qué? ―murmuré. Mi dura almohada se movió. Al mirar hacia abajo, sentí mis mejillas arder. Hyunjin todavía estaba en mi cama. Y yo medio tumbado sobre él. Una de sus manos estaba envuelta alrededor de la mía, sujetas contra su pecho. Oh-mi-Dios-no...

Mortificado en un nivel espectacular, liberé mi mano. ―Esto no es lo que parece.

―¿No lo es? ―Mamá se cruzó de brazos.

―Son sólo chicos ―dijo Chanyeol, sonriendo―. Por lo menos están completamente vestidos.

―No estás ayudando ―replicó ella.

Empecé a sentarme, pero el brazo de Hyunjin se apretó alrededor de mi cintura mientras rodaba sobre mí, acariciando mi cuello. Queriendo morir mil muertes, lo empujé. Él no se movió.

Sus ojos se abrieron en rendijas delgadas. ―Mmm, ¿cuál es tu problema?

Miré significativamente a la puerta. Frunció el ceño, volvió la cabeza y se quedó helado.

―Oh, guau, que incómodo. ―Aclaró su garganta mientras quitaba su brazo de mi cintura―. Buenos días, Sra. Lee.

Hyunjin se fue tan rápido como era humanamente posible después de eso. Mamá bajó las escaleras sin decir una palabra. Sabiendo que estaba en problemas, pasé delante de Chanyeol en el pasillo. Estaba descalzo. Al parecer, no era el único en la casa que tuvo a un hombre en la cama.

La encontré empujando el bote de café en la cafetera. ―Mamá, no es lo que piensas. Te lo prometo.

Se dio la vuelta, plantando las manos en sus caderas. ―Tenías un chico en tu habitación, en tu cama. ¿Qué se supone que debo pensar?

―Parece que tuviste una fiesta de pijamas, también. ―Acomodé el bote de modo que no estuviera la mitad fuera de la máquina.

―Soy el adulto aquí. Puedo tener a quien yo quiera en mi cama, señorito.

Chanyeol rió desde la puerta. ―Tengo que estar en desacuerdo con eso. Espero que yo sea el único en tu cama.

―Ew ―gemí, yendo a la nevera para sacar el jugo.

Los ojos de mamá se estrecharon sobre su novio. ―¿Es esto lo que estás haciendo cuando estoy trabajando en las noches, Felix?

Suspiré. ―No, mamá, te juro que no lo es. Estábamos estudiando... y nos quedamos dormidos.

―¿Estabas estudiando en tu habitación? ―Se alisó un poco el cabello despeinado lejos de su cara―. Nunca he tenido que establecer reglas contigo antes, pero veo que es necesario que existan algunas.

―Mamá ―gemí, mirando a Chanyeol―. Vamos...

―No habrá chicos en tu dormitorio. Nunca. ―Sacó la crema―. No habrá chicos pasando la noche en ninguna parte de esta casa.

Sentándome, bebí mi jugo de naranja. ―¿Puedes dejar de referirte a chicos en plural? Caray.

Se sirvió una taza de café. ―Wooyoung está aquí todo el tiempo. Y luego está Hyunjin. Así que, sí, es chicos en el sentido plural.

Onyx² [HYUNLIX]Where stories live. Discover now