Capítulo XXII

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Ryujin, la novia de Sam, estaba viva. Y se encontraba con el DOD. Sonaba loco y pasé por cada estado de negación mientras me dirigía a casa, pero era ella. Esa cara se había grabado en mi memoria. Deambulé por la casa hasta que Wooyoung se presentó, aturdido por lo que esto podría significar.

Me dio una mirada y frunció el ceño. —Te ves como si hubieras visto a un fantasma.

—Creo que lo vi —Mis manos se abrieron y cerraron a mis costados—. Creo que vi a Ryujin hoy con un tipo del DOD.

Wooyoung frunció el ceño. —¿Quién es Ryujin?

Se sentía mal decirle esto a Wooyoung, pero necesitaba decírselo a alguien.

—Ryujin era la novia de Sam. Sam era el hermano de Hyunjin y Yeji. Ellos fueron supuestamente atacados por un Arum y asesinados, pero sus cuerpos se los llevó el DOD antes de que Hyunjin o Yeji pudieran verlos.

En sus ojos se vio el entendimiento. —Hombre, estaba curioso al respecto. Cada Luxen viene de a tres.

Asentí con la cabeza. —Pero si realmente era ella, y estoy muy seguro de que era ella ¿Qué significa eso?

Wooyoung se sentó en el brazo del sillón, girando el control remoto de la televisión una y otra vez en sus manos... sin tocarlo. —¿Qué tan cercanos eran Sam y Ryujin?

Entonces caí en cuenta. Todo parecía tan claro. Las paredes se inclinaron un poco, mientras el pánico perforaba todo mi pecho.

—Oh Dios mio, Sam sanó a Ryujin. Eso es lo que todos piensan. Que se hirió de alguna manera y él la curo. La pudo haber mutado, ¿verdad?

Wooyoung asintió.

—Oh, hombre...

—¿Qué aspecto tenía aquella chica, esa Jin que te contó lo del Departamento de Defensa?

Sus cejas se levantaron. —Tenía cabello marrón, más oscuro que el tuyo. Rasgos como afilados, pero muy bonita.

Todo empezó a encajar. —Esto es una locura. ¿Cómo se habrá enterado el DOD acerca de ella? Ella y Sam desaparecieron solo un par de días después de lo sucedió entre ellos, a no ser... a no ser que alguien sospechará que Ryujin fue curada y le dijera al DOD. —Mi estómago cayó mientras colocaba mi cabello de regreso a la trenza desordenada—. ¿Quién haría eso? ¿Uno de los Luxen?

—No lo sé. No me extrañaría que el DOD tuviera a algún Luxen siendo sus ojos y oídos —dijo, frotando su ceja—. Hombre, eso apesta.

Apestar sobrepasaba los límites. Eso significaba que alguien cercano a los Hwang, probablemente, los traicionó de la peor manera posible. La rabia fluyó a través de mí. Me giré justo cuando las cortinas se elevaron mientras una brisa de aire entró en la habitación. Un pequeño ciclón de libros y revistas se movieron por la sala, girando y girando.

—Guau, cálmate, Tormenta.

Parpadeé y el ciclón se deshizo. Suspirando, recogí los libros y las revistas dispersas alrededor de la habitación. Mi pulso vibraba en mis oídos mientras mi mente corría en lo que había descubierto. —Si el DOD tiene a Ryujin, ¿entonces qué hicieron con Sam? ¿Crees que sigue vivo?

Esa idea provocó esperanza. Si Sam vivía, eso sería... sería como si mi padre estuviera aún vivo. Mi vida cambiaría. Las vidas de Hyunjin y Yeji cambiarían para mejor. Volverían a ser una familia otra vez...

Wooyoung me agarró del brazo gentilmente, girándome para enfrentarlo.

—Sé lo que estás pensando. Cuan maravilloso sería para él aun seguir con vida, pero Felix, el DOD no quiere a Sam. Ellos quieren a Ryujin. Y harán cualquier cosa para controlar a los humanos mutados. Si el DOD le dijo a su familia que murió...

Onyx² [HYUNLIX]Where stories live. Discover now