EXTRA IV: ME GUSTAN LOS RETOS (Obsidian)

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Todas las colonias eran iguales. Humanos. Luxen. Arum. Hormigas.

Ni siquiera una tonelada de Kool Aid me haría acercarme a unos kilómetros de aquí, y no lo habría hecho si ellos si no fuera porque tenían algo que yo necesitaba —que Lix necesitaba.

Él realmente estaría en deuda conmigo por esto.

Me imaginaba las formas en que podría pagarme esta visita, que nunca terminaría. Giré en medio de la sala estéril. Todo blanco —sofás alfombras, paredes, almohadas. Era como si tuvieran algo en contra del color. Me dieron ganas de derramar algo a propósito.

Cuando Ethan Smith regreso, llevaba una pequeña bolsa de cuero en sus manos. Él me dirigió una mirada y las oscuras cejas sobre sus ojos violetas se arquearon. —Sé que no eres el más paciente de nuestra especie, pero toma tiempo elaborar estas cosas.

Sí, casi tres días enteros de mi vida que nunca tendré otra vez. La mayor parte de ellos me había dedicado a buscar Arums y un día completo buscar la perfecta pieza de obsidiana, pero estoy ansioso por volver con Yeji... y Lix. No me gustaba la idea de que él esté brillando como una bola de disco con esteroides.

Ethan no me entregaría el paquete de inmediato. Por supuesto que no, eso sería demasiado. —¿Puedo preguntar por qué es necesario esto?

—¿Puedo decir que no y dejas a un lado la conversación?

Una pequeña sonrisa forzosa apareció en el rostro del anciano Luxen. —Tu arrogancia algún día será tu perdición.

Eso entre otras cosas, no es que yo mencionara ningún nombre ni nada.

La irritación cruzo el rostro de Ethan. —No es que no aprecie todo lo que hacen por la colonia, pero tú...

Ethan ladeó la cabeza. Su cabello empezaba a hacerse gris a lo largo de sus sienes. —Espero que así sea. Sería vergonzoso para nuestra raza si algo desafortunado te ocurriera.

Encontré su mirada con la mía. —Estoy seguro de que lo seria.

El otro Luxen fue el primero en romper el contacto. —¿Tiene algo que ver con el espectáculo de luces de esté fin de semana?

—Si, maté a un par de Arums, y perdí el control en el proceso, así que quiero algo para que Yeji usé solo en caso de que otro aparezca —Me senté delante y puse mis manos entre mis rodillas—. Es lo mismo que le dije a los otros ancianos, Ethan.

—Hmmm, creo que suena familiar —Me entrego el paquete y el peso de la obsidiana me era familiar. Lo guardé en el bolsillo, listo para salir como el infierno fuera de aquí—. Aunque debo decir que nunca vi tal despliego de poder. Fue notable.

Mientras estaba ahí, la inquietud corría por mi espalda. —Bueno, solo soy malditamente impresionante.

—Si, lo eres —Ethan se levanto de manera fluida y enderezo su camisa arrugada—. Posiblemente el DOD nos pregunte eso.

Me detuve en la puerta, volviéndome hacia él. —¿Y si lo hacen?

—No le diremos nada al DOD si nos lo preguntan, como lo hacen normalmente, pero si los traes con demasiada frecuencia, no solo tendrás que preocuparte por ellos —sus ojos color topacio perforaban los míos—. ¿Entiendes lo que digo?

La ira sustituyo a la inquietud e intente controlarla. —Si, entiendo lo que dices.

—¿Hyunjin?

Lo encaré una vez más, mi mandíbula apretada tan fuerte que necesitaría ir a ver al dentista. —¿Si?

Ethan junto las manos y sonrió. —Una pregunta más. 

Estaba a punto de tirarme por la ventana. —Adelante.

Onyx² [HYUNLIX]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ