𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 ;; ғᴜ́ᴛʙᴏʟ

Cristiano Ronaldo & Georgina Rodríguez

"Maktub"

Georgina

Mi historia con Cristiano comenzó en 2016, donde me presentó oficialmente como su pareja.
Desde ahí tuvimos varios baches, muchísimos. Pero siempre supimos afrontarlos juntos, él nunca me dejó de lado ni yo a él. Me comporté siempre como una madre para Cristiano Ronaldo Jr, Mateo y Eva, traté de hacerlo lo mejor que pude siempre. Hasta que nació Alana, nada cambió en verdad, trato a todos por igual. No quiero que ninguno de los que considero mis hijos se vean distanciados o marginados por mi culpa por no tener una madre a su lado y pensar que yo les dejo de lado también. Jamás, juro que jamás, haré nada así para ellos. Son mi vida entera, y con Cristiano ya no necesito más, es el hombre de mi vida. Con sus defectos, aunque para mí no tiene, lo quiero igual. Lo acompañé en todos sus pasos por países y clubes, todos los viajes y partidos. Desde el Real Madrid, hasta la Juventus, hasta el Manchester United, y ahora, Al-Nassr, un equipo de Arabia Saudita. País al que nos estamos mudando, y tengo muchísimo miedo, somos cristianos y tengo miedo de las penas de cárcel de ese país y sus normativas, no quiero ser maltratada, ni pienso que mis hijas lo sean. Ninguna mujer merece pasar por eso, y aunque son sus culturas y yo no debo entrometerme, no veo nada bien eso que hacen. A veces miro a Cris y recuerdo a mi padre, ojalá poder haberlo disfrutado tanto como hacen los pequeños de Cristiano, cosa que adoro, porque todos desean tener un padre como él. Eso es suficiente para saber que quiero estar toda mi vida con él. Hablo con mi hermana, me alegro que le vaya bien en Asturias con mi cuñado y mi sobrina. Ella disfruta viendo mi felicidad.
No sé cómo explicar lo que siento ahora mismo, estoy confusa y feliz. Me conmueve remover mis recuerdos del pasado.
Fuí muy criticada cuando Portugal jugó partidos nacionales, ya sea en Qatar, la eurocopa o nations league. Me han odiado por vestir la camiseta portuguesa. ¿Acaso es un delito? Estoy vistiendo la camiseta de mi marido, eso no me hace menos española o menos argentina.
A veces la fama me lo pone tan difícil...
Me gusta pero me entristece que mi familia y yo recibamos tantos insultos.

- Señorita Georgina, ya están sus maletas metidas, vamos a por el señor - dice nuestro chófer, salto del susto que este me proporciona. Supongo que he estado muchísimo tiempo pensando -.

- Perfecto. Un momento, ¿ha visto a nuestros hijos? - digo con preocupación -.

- Umm, no. Lo siento señorita, no les ví - dice el chófer y mi preocupación aumenta -.

- Oh, no. Vamos a buscarlos, por favor, ellos son lo mejor que tengo. - Digo al borde de las lágrimas -.

- Sin problema, señorita - dice el chófer y le agradezco con un gesto con la cabeza -.

- ¡Júnior!, ¡Alana, Eva, Mateo!, ¡Mamá está aquí! - digo gritando como si me escuchasen -.

- Señorita -.

- Dime Manuel - digo llamando por su nombre al chófer-.

- Ahí están los niños - dice señalando a un grupo de niños, tres exactos a Mateo, Eva y Alana y un niño igual a Júnior. Con Bella Esmeralda en brazos corro hacia ellos -.

- ¡Niños! - se dan la vuelta y vienen corriendo hacia mí soltándose de la mano de ese señor. Se da la vuelta y diviso su cara, un señor de unos 50 años con una pinta horrible -.

- ¿Quién mierda eres? - dice con disgusto el hombre -.

- Su madre - digo con autoridad, retrocediendo -.

- Niños, venid, tengo dulces - dice, ellos lo miran con miedo y yo con desagrado -.

- Pare -.

- Vengan aquí - dice el señor persiguiéndonos, pero tomo a los más pequeños y corremos. Júnior va adelantándome -.