𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 ;; ғᴜ́ᴛʙᴏʟ

Toni Kroos

"You're my reason to live" (eres mi razón de vivir)

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Deborah Torres

Hoy, debo partir hacia España. Bueno, soy cantante y debo hacer una gira.

Mi música es en inglés, soy ecuatoriana, pero me crié desde muy pequeña en Inglaterra. Básicamente, es mi segundo país.

Deseo con toda mi alma la llegada al país meiterráneo, especialmente su capital. En mi vida he pisado Madrid. Sí, Madrid. ¡Suena genial!

- Deborah, debemos subir ya al avión, ¿en qué estás pensando? - me sorprende sacándome de mi trance, mi agente -.

- Oh, sí. Disculpa Maia, estaba pensando en el viaje a Madrid. ¿Crees que será algo emocionante? - pregunto con entusiasmo -.

- No hay tiempo para eso, vamos - ordena con firmeza -.

Asiento apenada y obedezco sin rechistar. En unas horas estaré en Madrid, España. No puedo estar más feliz.

(...)

Piso por primera vez suelo madrileño, observando como por la escalera del avión van bajando el resto de pasajeros a bordo, y junto a estos, mi agente.

- ¿Qué haces ahí parada? - exclama - ¡Hay muchas cosas que hacer, vamos! -.

Asiento con mi cabeza y me dirijo hacia el interior del aeropuerto, para recoger mi equipaje e irme.
Mi agente es una buena persona, simplemente no tiene el mejor de los humores.

- Maia, es muy temprano. ¡Aún no hay nada que hacer! - menciono y ella rueda sus ojos, suspirando de mala manera -.

- No seas desobediente. Toma tus maletas y vámonos de una vez - me fulmina con la mirada, y yo le dedico una mirada llena de confusión -.

- ¿Por qué eres así conmigo? - le pregunto esperando una respuesta inmediata. Y lo único que recibo es una mala mirada -.

- ¿Quieres ser la mejor? - pronuncia finalmente tras unos minutos de silencio -.

- ¡Claro que sí!, ¿qué pregunta es esa? - con mis maletas a cargo, las arrastro hasta la salida. Pediremos un taxi -.

- Pues entonces, haz lo que indico - dice ella, asiento no muy convencida -.

- Si tú lo dices, Maia... - volteo mi cabeza para otro lado, y observo como un hombre rubio se desploma en el suelo -.

Corro hacia su dirección ignorando los gritos de mi agente.
Lo primero que hago es medir su pulso, poniendo dos dedos en su cuello. La cual, va regularmente. Y a continuación, observo si entra aire por sus fosas nasales.
Atemorizada ante esto último, recurro por ayuda.

- ¡Ayuda, por favor!, ¡Este hombre tiene muy poco nivel de oxígeno! - exclamo lo más fuerte que puedo. Y la única respuesta que recibo por parte del público es un corro alrededor de nosotros dos, mientras observan como se va muriendo poco a poco - ¡¿No pensáis hacer nada?! - ante esta última e inútil pregunta - ya que nadie mueve un pelo - decido hacer unos primeros auxilios. O bueno, lo único que sé sobre estos es presionar su pecho -.

Coloco mis manos entrelazadas sobre el pecho del hombre y comienzo a presionar una y otra vez, aunque es inútil. Este chico va perdiendo oxígeno y su pulso cada vez es peor.

- ¡Realiza el boca a boca! - grita una señora. Y no me queda más remedio que decidirme a hacerlo, pues no hay muchas más opciones, y no soy médica -.

Con mis dedos, presionó las fosas nasales del rubio, y abro su boca a la vez que acerco la mía. Tomo aire y lo expulso sobre su garganta, que enviará el oxígeno hacia sus narices y cerebro.