Unai Simón

876 15 19
                                    

"De Barcelona a Bilbao"

.

Carmen Páez

Muchos me conocen por ser la hermana del joven jugador de fútbol del Fútbol Club Barcelona Pablo Gavi, ¿pero por qué nadie me conoce por ser una gran azafata en una gran empresa?

Muchos dicen que es gracias a mi hermano, y no recibo reconocimiento. Pero no importa, pues prefiero no intrometerme en las críticas demasiado. Para abtenerme de dolores de cabeza y para no salir en redes sociales como "la hermana de Pablo Gavi que se pelea con personas ajenas".

Hoy, debo trabajar atendiendo en un avión de Bilbao a Barcelona, casualmente donde vive mi hermano.
Esto se debe al partido entre el Athletic Club de Bilbao y el Fútbol Club Barcelona, y yo debo acatar las órdenes de los jugadores del club vasco.

Mi camiseta blanca con votones, mi falda negra ajustada por las rodillas, mi corbata roja finalizada entre el valle de mis seno visten mi cuerpo perfectamente.
A este atuendo se le suma el limitado maquillaje utilizado para este caso como es un pintalabios rojo y un poco de máscara de pestañas, pues la agencia para la que trabajo no permite mucha libertad en nuestras prendas.

Comiendo a divisar a jugadores s través de la ventana mientras otra azafata los recibe. No tengo una buena relación con el resto de azafatas que dirigirán el avión hoy junto a mí.

- Sé ordenada y recuerda las normas, siempre amable con los pasajeros - dice una de mis compañeras, y asiento con mi cabeza sin hacerle demasiado caso -.

Se comienzan a subir los jugadores y son recibidos por nosotras, mientras explicamos las normas fundamentales durante el vuelo en caso de emergencia o accidente. Todos atienden a la explicación con detalle, pero una vez termina, comienzan a hablar sin parar.

Esto no lo soporto, pero comenzaré a acostumbrarme con el paso de los años, supongo.
Noto que están un poco ebrios, por lo que supongo que habrán bebido antes de tomar el vuelo.

Cuando paso por los pasillos para atender a un jugador, otros cuantos silbaban en busca de mi atención, mientras observaban mi trasero.

Uno de ellos miraba todo el panorama, mas no hacía absolutamente nada por obtener un poquito de mi atención.
Simplemente miraba seguidamente mis movimientos.
La mayoría tendrán pareja y eso es lo peor, pero he de admitir que el último mencionado es un hombre hermoso con fuertes facciones.

Pido permiso a mis compañeras para escabullirme un segundo y recurrir al baño, y estas aceptan a duras penas, pues no soportan que la hermana de un jugador de fútbol como es Pablo Gavi tenga el título de azafata por mérito propio y sin ayuda de su hermano.

Cuando termino, retoco mi maquillaje en el espejo del baño, y de repente escucho la repentina entrada de alguien en el baño.
Volteo a ver y es el mismo hombre de antes, me miraba pero no hacía nada.

- Hola, ¿qué haces aquí? - pregungo volteándome y quedando de espaldas al pequeño lavabo del cubículo -.

Se acerca a pasos pequeños, y con una mirada llena de deseo en sus ojos. Toma mi mentón y comienza a acariciar mi cuello, hasta llegar a rozar con sus labios mi piel. Comienza a besar mi cuello y mi piel se eriza, mientras consigue arrebatar algunos suspiros de mi boca.

- primero me dices tu nombre al menos, ¿no? - pregunto con la voz entrecortada por los besos que recibo por parte suya. Él no da respuesta y parece haberme ignorado, solo le importa mi cuello -.

Noto como se detiene en una zona de mi cuello y me preocupa. Todos saben que pasa si alguien se toma demasiado entretenimiento en el cuello: chupetón.
Sus besos suben hasta mi mentón y su boca deja marca en cada centímetro de mi piel. Sus besos húmedos logran acariciar mi tez y consigue arrancar un gemido de mi garganta.

𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 ;; ғᴜ́ᴛʙᴏʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora