𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 ;; ғᴜ́ᴛʙᴏʟ

Juan Miranda

"Voy a olvidarme de ti"

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Triana Vázquez

Me despierto en la mañana por la luz de los rayos de Sol de la ciudad de Sevilla, que impactan sobre mi rostro calmado. A mi lado, mi pareja descansa aún entre las sábanas.

Beso sus labios y carraspea, sin ganas de despertarse en la mañana.
Decido ponerme las pantuflas y bajar por las escaleras para prepararle el desayuno y la ropa para ir a entrenar, como suele hacer cada mañana.

Eso sí, lo hago con cierta delicadeza, pues estoy embarazada de cinco meses y podría perder al niño si llego a resbalar por las escaleras, que para colmo son de 'caracol'.

Preparo algunas tostadas basadas en la fácil preparación de un aguacate desgranado con un tenedor, que le encantan para desayunar. Las sirvo en un plato acompañado junto un vaso con zumo de naranja.
Escucho como los pasos pesados del padre de mi bebé baja las escaleras a regañadientes entre bostezos, de seguro ha de tener mucho sueño.

- Buenos días, cielo - sonrío mientras camino con pasos rápidos hacia él, donde planto un beso en su mejilla antes de que vuelva a abrir la boca para bostezar -.

- Hola - dice cortante. Me extraña oírlo de tal manera cuando días antes me había pedido tener sexo aún estando embarazada de manera repetitiva. Pero no atiendo mucho a mis pensamientos y continúa la sonrisa en mi rostro, mientras le sirvo el desayuno -.

- Te he ordenado la ropa del entrenamiento junto al equipamiento que utilizas, cariño. Y también te he puesto en una bolsa algunos postres que hice ayer para que los compartas con tus compañeros - él toma el zumo de naranja y sus dos tostadas y toma la maleta, mientras por último dice un "gracias" y se va por la puerta. Sin un beso ni nada -.

Me ha dolido ese último gesto, pero opaco ese mal momento y me pongo a hacer las cosas de la casa.
A ratos me detengo por el dolor que me provoca el pequeño en camino, nada nuevo. Aún así, sigo preocupada por ese gesto de Juan, pero tal vez tuvo un mal sueño y se ha levantado con el pie izquierdo, yo que sé.

Golpes en la puerta principal se escuchan, y yo voy lo más rápido que puedo; con precaución siempre, claro; y tras esta se encuentra María Valero, la pareja actual del compañero de equipo de mi pareja, Borja Iglesias.

- ¡Hombre, María! Pasa, pasa - invito a pasar a mi amiga, que acepta gustosa. Me cuestiono esta repentina visita, pero no me desagrada. Es genial tener tan buena compañía cuando estás sola - ¿Y esto?, ¿cómo es que me has visitado? -.

- Tri, tía. Creo que estoy con paquete a bordo - dice ella, pero no soy muy buena para las adivinanzas ni metáforas. Así que supongo que no se relaciona en absoluto con eso -.

- ¿Y eso que tiene de malo? - le pregunto y ella estalla en carcajadas, por lo que la observo con confusión. Se ha comenzado a reír de la nada esta mujer, a saber que estará pensando -.

- ¡No hija, no me refería a eso!, ¡que igual estoy embarazada! - dice ella entre risas y yo me quedo estática. Cuando de repente comienzo a celebrar eufórica y emocionada. Ya no seré la única que tendrá un bebé en el futuro, sino que es posible que ahora ella también -.

- Ay Mari, que bien, ojalá si sea. Pero si tienes dudas, ¿por qué no vamos al ginecólogo? - Le digo aún emocionada. Estoy muy feliz por ella, de la misma manera que ella estuvo cuando se enteró de mí embarazo junto a Juan -.

- Sí he pedido cita por si acaso, en una semana me han dado fecha. Por lo visto están todos los días ocupados, mucho 'baby boom' - ríe ella, mientras voy a la cocina a servirle un café -.