𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 ;; ғᴜ́ᴛʙᴏʟ

Rodrygo Goes

"Destiny"

Stella

Estoy yendo al metro mientras hablo con mi madre por teléfono.

- Mami, ahora voy al metro Argüelles para ir a casa -.

- Vale, cariño, no te preocupes. Espero que no te enfríe la cena -.

- Espero mami, luego nos vemos, chao -.

- Ch - no puede acabar de hablar porque mi teléfono se cae por el choque de un cuerpo -.

- ¡Oye, ten más cuidado! - le digo con enfado recogiendo mi móvil del suelo -.

- Lo siento de verdad, ¿está roto?, ¿quieres que te compre uno nuevo? - dice, tiene voz de chico, acento brasileño y unas manos de color moreno suaves que tocan las mías y mi móvil roto -.

- Estaría bien, gracias - digo y levanto la cabeza - un momento, ¿Rodrygo? - digo con sorpresa -.

- ¡¿Stella?! - dice él sonriendo y abriendo los ojos - ¡Qué bien, al fin te encuentro! -.

- ¿Qué tal te va por Madrid en el Real Madrid? - digo y antes de que me conteste suena el tren pasando indicando que acabo de perder mi viaje - oh, mierda -.

- Me va bien, ¿qué pasa?, ¿has perdido tu viaje? - dice él mirándome -.

- Sí, lástima - digo bajando la cabeza -.

- Yo te llevo, ven - dice y lo sigo -.

- Gracias Rodry - sonrío -.

- No me las des - dice él sonriendo -.

Montamos en el coche y para que el trayecto no sea aburrido hablamos.

- Ah, obviamente, para que sepas donde vivo, ¿Me llevas a Plaza de España? - digo esperando su respuesta -.

- Obviamente, para algo te llevo - dice y reímos - te he echado mucho de menos, no esperaba verte en Madrid, no esperaba volver a verte, Ela - dice él sacando conversación -.

- Ni yo, Roro, ni yo - digo suspirando -.

Yo vivía en Brasil, pero con 13 años tuve que venirme a España con mis padres por trabajo, y porque ellos son de aquí, por lo tanto soy Española/Brasileña, y la verdad me encantan los dos países, tengo que volver a visitarlo algún día. Rodrygo y yo nos conocimos en la escuela de pequeños, digamos que él fue de mis primeros novios, de esos que se tienen en la escuela cuando eres pequeñita y puedes tener varios a la vez, esos. Aunque mi relación con Rodrygo duró 2 años, empezó a los 11 y terminó a los 13, cuando me fuí.

- Ahora quedaremos, ¿no? - dice él dirigiéndome una mirada rápida -.

- Sí, Rodry, tranquilo -.

- Perfecto, ¿Eres madridista? - dice esperanzado -.

- ¡Claro! Siempre me ha encantado Zidane, Roberto Carlos, Casillas, Ramos, Di Maria, Cristiano, etc., y encima ahora estás tú... como para no serlo - digo riendo y el ríe -.

- Pues tú estás muy guapa, has cambiado mucho, pero sigues igual de bonita que te recuerdo - dice sonriendo de lado -.

- Tú igual, Roro - digo sonriendo yo ahora -.

- Ya hemos llegado, ¿me pasas tu número? - dice él casi rogándome -.

- Claro, aquí tienes. Gracias por traerme - digo y le doy un beso en la mejilla -.

- Nada, Ela, chao - dice despidiéndome con su mano y yo hago lo mismo mientras me alejo -.

Llego hasta mi casa y toco la puerta, a ver si mi madre me abre.