Solo una noche

3 - Inesperado.

15 de septiembre 2022

Pedri

Me despido de Fer con una simple, "Gracias, y adiós", bajo del coche rápidamente. Saco la maleta a toda velocidad y me meto rápidamente en el aeropuerto antes de que las preguntas de los fans y de la prensa me invadan y no llegue a tiempo.

Me monto rápidamente en el avión antes de que despegue. He salido muy justo de casa y por poco pierdo el avión. Bastante que tenido que esperar casi una semana para poder viajar a Sevilla, como para ahora encima perder el vuelo. Hubiera sido el colmo.

Saco mis cascos y me pongo algo de música que he descargado. La primera canción que sale es la sesión de "Quevedo y Bizarrap", el cantante preferido de Paloma, Quevedo. Al igual que el mio, es el cantante preferido de ambos.

Hablando de Paloma, cierro los ojos pensando en sus posibles reacciones. Me puede dar una patada en el culo, y mandarme directamente a Barcelona, que será lo mas probable. Podría quizás perdonarme y dejar que me explique, buscar juntos una solución...

Me quedo dormido al rato, mientras escucho "Hold On". Tengo que volver cuanto antes a Barcelona, le he dicho a Xavi que tenía un problema familiar y poco tardará en darse cuenta de que le he mentido, si tardo mucho en volver. Me despierto al notar unos golpecitos en mi hombro, abro poco a poco los ojos y miro a la chica que tengo delante, es una azafata del avión.

- Disculpe, estamos a punto de aterrizar - dice la morena algo sonriente, demasiado diría yo.

- Gracias - digo bostezando, y despertándome poco a poco.

La azafata se va y no puedo evitar mirar su culo, algo respingón que bota suavemente cada vez que taconea por el pasillo del avión. Vuelvo a realidad y muevo m cabeza rápidamente, para olvidarme de eso. Escribo un mensaje a Nico, pidiéndole la dirección de la casa de Paloma. Él me cubrirá e intentará que ni Pablo ni Xavi se enteren de que estoy con Sevilla, yendo a por Paloma.

El avión aterriza, a la vez que el mensaje de Nico me llega. Miro la pantalla y Nico me ha mandado la ubicación, acompaña de un "Cuidado con lo que haces, no me la hagas llorar", dice el mensaje. Sonrío inconscientemente al ver el fondo de pantalla, es una foto de Paloma y mía abrazándonos en la playa, fuimos en verano un día, y una señora mayor nos hizo la foto y ahí la tengo, de fondo de pantalla.

Saco la maleta pequeña de mano que llevo para el día de hoy, y salgo del avión. Tardo poco en Pedri un taxi y salir del avión, me monto en el taxi y le indico la dirección de la casa de Paloma. Ahora es cuando debería de estar nervioso, y lo estoy. La verdad es que lo estoy. No se cual será su reacción, y precisamente de eso es de lo que estoy bastante nervioso. Tiene el mismo carácter que su primo, y eso da miedo.

Sonrío al ver las calles de Sevilla, mis padres me trajeron aquí de pequeño y fue una ciudad que me encanto y me enamoró. He venido con el equipo evidentemente a jugar algún partido, pero no solemos hacer turismo por lo que no recuerdo la ciudad del todo. Es la ciudad de Paloma y de Pablo, este segundo prometio invitarme a su casa de Sevilla unas vacaciones, pero aun sigo esperándolas.

El taxista llega a la urbanización y me deja solo, el no tiene permiso para entrar a la urbanización. la puerta para personas esta abierta, así que entró sin llamar al timbre y enciendo el movil, me meto en el chat de Nico y miro el numero de la casa, "30". La ultima a la derecha segun la ubicación de Nico, me pongo la mochila en el hombro y sujeto el móvil con la mano derecha, mientras con la izquierda toco mi nuca nervioso.

Emprendo mi camino hasta la casa del final, un jardín tapado por arboles enormes decora la parte de adelante a la casa. Llamo al timbre y espero a que alguien me abra la puerta. Escucho la puerta y espero a que vengan a abrirme, abren el portón de fuera en el que estoy yo esperando, la cara de un niño de unos 14 años o por ahí, es la que se asoma. Me mira con la boca abierta, me aparta un poco de la entrada y mira hacia los lados y detrás de mi también, parece que he pasado desapercibido a su mirada, le sonrío para ver si reacciona un poco.

- ¿Has venido con mi primo? - pregunta el, con una voz en proceso de madurez - con Pablo.

- No he venido a ver a Paloma - digo sonriendo - ¿cómo te llamas guapo? - pregunto mirándole.

- Víctor - dice el rubio sonriendo, con la misma sonrisa, ojos y todo igual que Paloma.

- Así que Victor, ¿el hermano de Paloma verdad? - digo entrando a la casa cuando el niño se hace a un lado.

- Si, mi hermana esta en su habitación - dice el cerrando la puerta detrás de el -. Tercera planta a la derecha - dice el rubio, sentándose en el sofá mientras se pone a jugar a la play - se estará poniendo guapa, con lo pesada que es - dice el, marcando su acento andaluz - sube, si quieres.

Subo a la habitación que me ha dicho el hermano de ella. Me pongo frente a la habitación, toco con los nudillos suavemente. Oigo un " ¿que quieres Jorge? menos mal que te he dicho que me dejarás en paz" me rio de ella, a los segundo la puerta se abre, dejándome ver una melena rubia muy desordenada, y solo con una camiseta me rio por lo bajini de ella, me mira algo asombrada y rueda los ojos.

- ¿Qué haces aquí? - dice ella, mirándome algo nerviosa.

- He venido a hablar contigo, quiero hacer las paces - digo haciendo le intento de entrar en su habitación, aunque antes de pisar el suelo de su habitación ya me está echando, cierra la puerta detrás de ella y se toca el pelo seguidamente.

- No entres Pedri, no entres - dice ella echándome de la habitación.

-Vamos Paloma, no vamos a hablar en el pasillo - digo poniendo cara obvia.

Aparto a Paloma de la puerta sin llegar a hacerla daño, para poder entrar en la habitación.

Abro los ojos como platos, al ver una figura dentro de la cama, un rubio y de ojos marrones asoma la cabeza, mientras se baja la sabana y confirmo mis sospechas. Se está acostando con el. Paloma intenta frenarme cuando salgo de la casa disparado, sin siquiera despedirme del hermano.

En cuanto cierro la puerta de la casa voy de camino al final de la urbanización. Mientras rápidamente llamo a un taxi, después miro un billete de vuelta a Barcelona. Que inesperado.

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Bueno... pues estoy fue lo que pasó cuando Pedri fue a Sevilla, una semana después de perder el avión. Esto fue lo que se encontró nada más llegar a Sevilla.

Nos leemos pronto!

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