Solo una noche

5 - Carlos y Olivia

14 de febrero 2023

Paloma

- ¿Pero por qué estamos en un descampado? - pregunto de nuevo, esperando la respuesta de él.

- Cenaremos aquí, déjame un rato anda niña - dice Pedri, sacando una mochila del maletero.

Sigo el camino que hace Pedri, y voy detrás de él. Veo cómo llegamos a una especie de playita en la que está a punto de salir el atardecer. Pedri prepara todo, pone un manto enorme en la arena, me quito los zuecos y me siento encima de Pedri. Saco el móvil para hacer algunas fotos al paisaje.

El cielo esta muy bonito, tiene un toque rosa clarito, que junto con el precioso naranja y amarillo del sol cominan prefectos. Además el color azul del cielo, le da un toque precioso.

Una pareja de nuestra edad pasea cerca nuestro, y ninguno de los dos dudamos en acercarnos a ellos para pedirles que nos hagan un par de fotos, con el atardecer y el mar de fondo.

- Perdona, ¿os importaría hacernos un par de fotos con el atardecer de fondo? - pregunto amablemente a la pareja, acercándoles mi móvil para que esté a su alcance.

- Claro, encantados - dice ella, muy sonriente, si no llega a ser porque parece alegre diría que esa sonrisa es más falsa, que yo que se.

Pedri y yo sonreímos en dirección a la cámara, mientras la morena nos indica formas en las que ponernos, haciéndonos pasarlo en grande y pasar un muy buen rato.

- Muy bien, y ahora, ¡BESO! - dice su pareja por primera vez.

Pedri y yo nos besamos mientras nos reímos por los extremadamente graciosos comentarios que hace la divertida pareja. Después de eso les hacemos unas cuantas fotos a ellos, después de que nos prestaran su número de teléfono para poder compartirles las fotos a ambos.

- Oye una pregunta, ¿tú eres Pedri no? - dice el moreno, que apenas hace unos segundos hemos descubierto que se llama Carlos.

- Si, ¿qué quieres?, ¿una foto? - pregunta mi novio algo chistoso.

- Si, por favor. Si no es mucha molestia - dice ahora Carlos sonriendo algo nervioso.

- Claro, venga niña, haznos una foto - dice mi novio mientras se coloca su corto pelo.

- ¿Por qué no mejor nos hacemos un selfie los 4? - dice ahora, Olivia.

- ¡Si, mejor! - dice Carlos sonriendo como si de un niño pequeño se tratase.

Cojo el móvil con mi mano izquierda, preparada para hacer el selfie. Pedri se pone a mi izquierda mientras pasa su mano por mi cintura y pone una sonrisa sobrenatural, Carlos se pone al otro lado de Pedri y Olivia le sigue al otro lado, la pareja también se pasa la mano por las cinturas. Hago varias fotos y varios selfies, les devuelvo el móvil .

Tras un rato más charlando con la pareja, nos despedimos de ellos y prometemos vernos otro día, para tomar un café o algo. Nos han caído muy bien, tras estar hablando un rato con ellos nos hemos dado cuenta de que tenemos muchas cosas en común los cuatro. Nos hemos llevado genial.

- ¿Tienes la cena lista? - le pregunto a Pedri, cuando volvemos a sentarnos en el manto. 

- Si, tengo croquetas de mi madre - dice él sonriendo.

Hace varios días los padres de Pedri estuvieron unos días en Barcelona. Su madre como siempre con lo maja que es, se empeñó en hacernos cuatro kilos de comida, para luego congelarla y poder comerla en cualquier momento. No miento si digo, que en una semana he engordado mínimo 2 kilos, de comer y comer, la deliciosa, y los riquísimos manjares que nos hacía Rosi para comer.

- Que ricas - digo sonriendo, mientras cojo una croqueta para después llevarla a mi boca y darle un mordisco enorme, disfrutando la fusión de la bechamel con los ingredientes.

Pedri come una y mira el tupper sonriendo. Se que le encanta la comida de su madre, sea del tipo que sea. Y también se que les echa de menos a pesar de que los ha visto hace una semana, y lo entiendo. Yo también echo de menos a los míos, no les veo desde hace varios meses y les echo mucho de menos, sobre todo a mis hermanos.

- ¿Hay algo más? - pregunto una vez el tupper se ha vaciado - la verdad es que me he quedado con algo de hambre aun - ¿postre, o alguna cosita más? - digo mirando la mochila.

- Tiene que haber un bizcocho de yogur con una virutas de chocolate, y unos yogures, coge lo que quieras - dice él admirando el paisaje - esto es demasiado bonito.

- Me parece que te has equivocado . digo riéndome mientras cojo un par de yogures.

- ¿Cómo, en qué? - dice él mirándome con algo de pánico en sus ojos.

- Pues nada, que no hay bizcocho - digo acercandole la mochila, mientras el me mira con algo de pena, y dice en un susurro muy notable, "Lo siento" - no pasa nada, nene, como un yogur.

Una vez se hace de noche, recogemos todo y volvemos de camino al coche para volver a casa. Guardamos todo en el maletero, me acerco a Pedri y le doy un beso. Él posa sus manos en mi cintura, y yo poso las mías en su cuello, para profundizar el beso.

La cosa sube un poco de tono, Pedri me alza en brazos y camina torpemente hasta llegar a la puerta trasera del coche, entramos los dos cuidadosamente y nos tumbamos. Él encima mío.

Continuamos besándonos sin parar, poco a poco noto el bulto en el pantalón de Pedri y hace fuerza contra mi abdomen. Continúo besando cada vez más salvajemente, pero Pedri me frena rápidamente.

- Niña, no tengo condones, vámonos a casa - dice él con la respiración entrecortada.

Hago caso a lo que dice Pedri, y rápidamente salimos de la parte trasera del coche. Nos montamos en la parte delantera, giro mi cabeza y miro a Pedri, quien ya me estaba mirando. Él sonríe y yo también.

Qué sonrisa más bonita tiene este niño.

Pedri arranca el coche, y coge la autovía para llegar pronto a casa. Menuda nochecita de San Valentin nos va a tocar cuando lleguemos a casita.

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Holi! Por aquí os dejo el capítulo de hoy!

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Nos leemos mañana! ❤️🫶🏽