Capítulo 19 ✔️

66.4K 3.1K 22
                                    

POV KIARA WALTON

Salí de la oficina de Bastián, quizás no tuvimos la mejor conversación, pero logré que las del servicio de limpieza no perdieran su empleo.

<<Kiara dos, Bastián una>>

Me dispuse a esperar a que el ascensor abriera sus puertas para marcharme, pero en cuanto lo hizo un rostro conocido saltó delante de mí.

—¿Kiara Walton? — inquirió la chica; era joven, aunque podía notar que era mayor que yo, quizás por la postura de su cuerpo o su vestimenta, la había visto en dos ocasiones, sé que forma parte de los abogados de Bastián, estaba el día que nos reunimos en la sala de juntas y también fue la testigo en mi matrimonio al junto de Duclen.

Ahora que lo pensaba, por qué dejé que Bastián buscara a ambos testigos, pude haber elegido a mi hermana.

—Sí— respondí.
—Es un placer volver a verte, sé que Bastián no nos ha presentado, pero no importa, mi nombre es Nora De Santis— anunció la chica extendiéndome su mano, la miré un segundo, no entendía el motivo de aparente su cordialidad.

—Creo que no hace falta presentarme, al parecer ya me conoces— dije, correspondiendo su mano.
—¿Qué la trae por aquí, señora Davis? Quizás pueda ayudarle— se ofreció ella amablemente.
—Gracias, pero ya me marcho, señorita De Santis— informé incómoda por su cortesía exagerada.
—Oh no, por favor, puedes llamarme Nora.
—De acuerdo, que tenga un buen día, Nora— respondí entrando al ascensor.

—Kiara— manifestó Nora llamando mi atención, me giré para verla otra vez.
—Dígame.
—Tengo entendido que acabas de terminar la facultad, estudiaste derecho, ¿cierto? — inquirió revisando su maletín.
—Sí, me gradué recientemente— respondí.
—Quizás no lo sepas, pero la firma Davis tiene un excelente programa de pasantes, puede que te interese si tienes pensado incursionar en el mundo del derecho— comentó Nora extendiéndome un volante.

Tomé el volante de su mano mirándolo rápidamente.

—Gracias Nora, pero dudo mucho que el señor Davis deseé verme trabajando aquí. Usted entiende, ¿no? — sostuve entrecerrando mis ojos.
—Kiara, creo que tu vida profesional debe ser independiente de tu vida sentimental; sería una buena oportunidad para ti, aprenderías de los mejores— trató de convencer.

—Lo pensaré. Gracias por la información— concluí marcando el botón del primer piso.

—Hasta luego.

—Hasta luego— respondí antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

Miré el volante otra vez.

<<¿Trabajar con Bastián?>>

Salí del ascensor arrojando el volante en el primer zafacón que encontré, primero muerta antes que trabajar en el mismo lugar que ese imbécil, suficiente era compartir departamento con él.


POV BASTIAN DAVIS


—Buen día—saludo Nora animadamente entrando a mi oficina.
—¿Debo preocuparme por tu felicidad en esta mañana? — indagué sin dejar de mirar mi ordenador.
—Vi a tu esposa hace momento— anunció sentándose en frente de mí.
—Sí, vino a suplicar por el personal de limpieza del departamento, al cual debo destacar que despedí— conté.
—¿En serio? ¿Por qué hiciste eso? — preguntó Nora sin entender.
—La muy tonta entró a mi habitación sin mi permiso y destrozo mi guardarropa— revelé levantando mi mirada, fijándola en ella.

La risa de Nora inundó mi oficina, cabreándome aún más por lo ocurrido.

—No le encuentro la gracia— gruñí.
—Quien lo diría, Bastián Davis— canturreó con picardía— la menor de las Walton resultó ser una fiera— afirmó entre risas.
—Lo que es... es una mocosa sin educación— contrarresté.

—Vamos mi Lobo, por lo menos debes admitir que tu fierecilla tiene carácter, mira que enfrentar al Lobo de Minnesota en su propio departamento, uff, diez de diez, tiene mi respeto tu mocosa— indicó Nora divertida.

Sé que Nora tiene razón, Kiara posee una personalidad única y su carácter podía resultar ser bastante odioso cuando se lo proponía, no obstante, tenía lo que le faltaba a su padre, huevos para enfrentarme.


Para mí todos los Walton significaban lo mismo, una familia respetada a bases de negocios que le ha dado resultado a lo largo de los años, algunos fraudulentos y otros justos, pero eran muy pocos lo de esa familia que se le podían llamar justo; y luego estaba Kiara, la escuincla que al parecer no sabe de qué es capaz su familia cuando se habla de poder, pensar en Kiara solo me hace pensar en una palabra <<inocencia>>, a pesar de su mal genio, aunque es una de las muy pocas mujeres a las cuales puedo etiquetar como inocentes.

—¿Por qué no te permites ser feliz, Bastián? — preguntó Nora de la nada.
—Seré feliz cuando vea a Rob Walton sin nada— escupí.
—Ahora estás casado....

—Nora— interrumpí.

—¿Por qué no te das la oportunidad de sentir algo? Al menos—

Cada vez que hablaba con Nora sobre este tema, ambos terminábamos discutiendo.


—Sabes bien, que no creo en esas cosas— me excuse.

—¿En cuáles cosas?

Clavé mis ojos en ella. Nora suspiró.


—No crees en eso porque te la pasa follando con putas, lo cual es mucho más fácil para ti que tener algo de verdad con alguna mujer— dijo con veneno —por ejemplo, Bárbara, y cuando me refiero a Bárbara es como zorra, no como una mujer con la cual tener algo de verdad.

Cerré mi laptop.


—No tengo tiempo para sentimientos, solo tengo cabeza para una cosa y no descansaré hasta lograrlo, Nora, y no espero que lo comprendas— alegué.
—¿Lograr qué? ¿Destruir a Rob Walton o lastimar a su hija? — reprochó ella.
—¿Existe alguna diferencia?, al final de cuenta todos son Walton — expliqué con naturalidad.
—Eres increíble— gruñó entre dientes.
—Si Kiara Walton no se cruza en mi camino, todo resultará bien para ella, pero si se atreve a interferir en mis planes no tendré piedad con ella— aseguré.
—Espero que tus palabras algún día no se conviertan en tu peor maldición Bastián, porque no sé si estaré ahí para alegrarme o para sentir pena por ti— declaró Nora.
—El día que eso suceda, ten por seguro que quizás sea otro Bastián— afirmé para volver a abrir mi laptop dando por terminado este asunto.

—Le he propuesto a Kiara aplicar al programa de pasantes de este año— soltó Nora sin más Nora.
—¿Qué hiciste que diablos? — rabié despegando mis ojos del ordenador.

—¡Bastián!

—Te agradecería que dejaras de meterte en mis asuntos, Nora— bramé.
—Ella necesita la pasantía si su padre piensa ponerla al frente de Walton Real State— tartamudeó.
—Ambos sabemos que la mocosa no será CEO de esa maldita compañía, porque antes de que eso suceda ya yo tendré el control de Walton Real State, y no dejaré que ella se convierta en su CEO— ladré recordándoselo.
—Necesitas tenerla ocupada y lo sabes, que mejor forma que trabajando en la firma como pasante— confesó Nora.

Suspiré; es cierto, necesito mantener a Kiara lo bastante ocupada para que no siga dándome más problemas.

—De acuerdo, pero tú te encargas de ella en esta empresa, y la quiero a diez metros lejos de mí— pedí.

—De acuerdo, ¿la quieres lejos? Pues lejos la tendrás— expuso ella dibujando una sonrisa en su cara igual a la del gato de Alicia en el País de las Maravillas.

—¿No tienes trabajo que hacer Nora?

—Sí, de hecho, ya acabo de terminar mi primera tarea de este día— dijo poniéndose en pe.

<<¿Por qué las mujeres que me rodeaban no podían ser normales?>>

—Hasta luego cachorro— se despidió caminando a la puerta.

Presioné el intercomunicador.

—Señor Davis— respondió mi secretaria.

—Llama a Duclen y vengan los dos a mi oficina, tenemos trabajo.

Quería distraer mi mente de Kiara.

La MenorWhere stories live. Discover now