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CAPÍTULO UNO

Saoirse

Adare es un pueblo que se encuentra a unos cuantos kilómetros de la ciudad de Limerick. Siendo Adare un pueblo conocido a nivel nacional debido a que se juegan torneos de golf en toda el área. Somos muy pocos los habitantes en este pueblo y cada vez los habitantes disminuyen debido al incremento de una neblina que deja sin vista a todos los que habitan en este lugar.

La gente se había encargado de explorar el pueblo para averiguar de dónde provenía aquella neblina que cada vez que aparecía una sensación de terror azotaba a cada uno de los habitantes.

Nadie había encontrado nada, lo cual hacía que todos comenzaran a olvidar la neblina y, cuando lo hicieron, desapareció como si nunca hubiese estado en el área. Hace poco vecinos cercanos al bosque aledaño encontraron a una persona sin vida, esta llevaba ropa veraniega y su piel estaba muy pálida y delicada. Todos se alarmaron debido a que su vestimenta nos dijo a todos que provenía de otra parte debido a que aquí es otoño.

—Debe provenir del sur, allá siguen estando presentes las temperaturas cálidas en esta temporada. Alertamos a todos los habitantes de Adare para que tengan precaución y que si ven algo sospechoso llamen a los números de emergencia.

El sheriff había sido claro con sus palabras y el caso no había sido trasladado con rapidez a los oficiales del sur, no fue hasta hace unas horas cuando otro cuerpo apareció con las mismas características al anterior. Pero esta vez se trataba de una mujer.

Las radios locales estaban locas debido al nuevo cuerpo y las personas comenzaban a preocuparse porque en nuestro pueblo no suceden estas cosas con regularidad y más cuando cuidamos al turismo para mantener un área segura ante los múltiples torneos de golf que se llevan a cabo en nuestra localidad.

—Hija –dice mi madre al lado mío con esa voz que significa una sola cosa–, ¿ya has lavado los platos y has sacado la basura?

Asiento.

—Lo hice hace unos minutos atrás –contesto y me acerco a la ventana, el día estaba nublado y las gotas de lluvia comenzaban a caer–. Mamá, ¿crees que ambos cuerpos estén vinculados y que el asesino sea el mismo?

Mi madre se acerca hasta la ventana y toma mi mano. Da un fuerte apretón y sonríe de lado. Conocía muy bien a mi madre y cada pequeño acto que hacía tenía un significado, suele tomar mi mano cada vez que tiene miedo o cada vez que algo la atormenta.

No sabía nada acerca de sus tormentos, pero de algo de lo que si estoy segura es que esta vez algo malo le sucede.

—Es raro que alguien ande en vestidos y en shorts por estas áreas cuando estamos en la temporada de lluvias.

—¿Crees que vengan del sur y un animal los haya matado?

—¡Saoirse! –Grita mi madre–. ¿Por qué piensas en esas cosas? Ve y llama a tu hermano, es momento de contarles una historia de hace tiempo que dio lugar en este mismo lugar. Estoy segura de que la historia les llamará la atención.

Asiento.

—¡Eoin, abre la puerta de una vez por todas! –Digo golpeando la puerta de mi hermano, quien se digna en abrirla y me ve con una cara de pocos amigos.

Adare ✔️Where stories live. Discover now