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CAPÍTULO DIECINUEVE

Saoirse

Observo los cuerpos inertes de Deirdre y de Ronan en el suelo, la sangre cubre todo el suelo manchando todo a su paso. Siento la mirada de todos sobre mí siendo yo la única que sigue sin mover un solo dedo desde que ellos los mataron. Mi vista había vuelto a la realidad pasados unos minutos del asesinato y el sueño había desaparecido al instante.

Caín estaba de pie al fondo del lugar observándome con atención, como si yo hubiese sido la culpable de todo cuando fue él quien cometió el acto sucio.

—Has logrado llevar el plan con éxito –habla Caín desde su puesto–, pensé que no serías capaz, pero te sobrestimé. Me sorprendes mucho Saoirse, en verdad no creí que fueras capaz de hacerlo. Solo que no entiendo cómo fue que no te diste cuenta de que iban a matarte.

Niego.

Quiero olvidarlo todo, quiero alejarme del lugar corriendo y así perderme en el bosque para que nadie me encuentre. Mis piernas no reaccionan, mi pecho duele como si estuviera encendido en llamas y mi tatuaje comienza a doler.

Mi piel se torna de un color violeta alrededor del tatuaje y, cuando Eoin se acerca, el tatuaje vuelve a encenderse en llamas de la nada. Nadie puede acercarse o las llamas se encienden aún más, alertando así a mi hermano quien se exalta debido a mi cara de dolor.

Quema, arde, duele y siento como mi piel se carboniza. Cuando el fuego se acaba observo mi mano quemada pero sin la carne viva. Me había quemado, pero el fuego no había provocado nada en mi piel más que una simple quemadura normal. Eoin se acerca hasta mi lugar y acaricia mi mano con delicadeza.

—Debemos irnos –susurra.

Niego, no puedo irme sin antes analizar todo lo sucedido.

—No puedo irme –contesto–, no sin antes tratar de entender que es lo que acaba de suceder aquí. No puedo siquiera levantarme porque todo me duele. Todos escuchamos sus últimas palabras, Eoin, estoy segura de qué hay algo que no hemos podido encontrar y ella era la única que lo sabía.

—Igual no nos diría nada, Deirdre solo quería manipularte para usarte en su plan sucio. Era más que obvio que no nos quería vivos más que a ti debido al poder que obtendrás en un tiempo. Al tenerte del lado de ellos tú poder sería de ellos y los ayudaría a gobernar todo lo bueno que se había logrado antes.

Niego.

—Hay algo más y de eso estoy segura.

—Debemos irnos de aquí lo más pronto posible antes de que llegue un vecino y nos acusen de matarlos –dice Cian tratando de levantarme del suelo.

Niego.

—Es que nadie de ustedes lo entiende –digo poniéndome de pie–. Es que creo que nadie de ustedes les importa todo esto más que mantener sus traseros a salvo. Deirdre sabía algo y ustedes la asesinaron antes de que pudiera decírnoslo.

Caín ríe y saca su espada y me la enseña cubierta de sangre.

—Esto que ves aquí es el resultado de los malos actos que ellos tomaron y de las malas cosas que pasaban por sus cabezas. Si alguien piensa en hacer maldad la muerte es lo que merecen.

—No te hagas el inocente en este momento, Caín Doley –digo enfrentándolo sin miedo alguno–. Déjame recordarte que eres malo también y que por una sola acción de buena fe no te conviertes en el bueno de la historia. También has hecho cosas malas de las cuales mereces ser castigado.

Caín me toma del cuello y me choca contra la pared.

—Niñita, tú no hables que no sabes absolutamente nada de mí. Tú solo eres una estúpida niña que no sabe nada de nuestra existencia y lo único que sabes es porque la señora Doherty te lo contó. Dime Saoirse, ¿sabes siquiera quién es tu padre? –Niego y él ríe–. Lo sabía, era más que obvio que no lo sabías.

Adare ✔️Where stories live. Discover now