Adare ✔️

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CAPÍTULO SIETE

Saoirse

Regresando a Adare encontramos a muchas personas rodeando una de las viejas casas del pueblo, lugar donde habitaba la señora Sánchez, una extranjera que llevaba alrededor de treinta años viviendo en el pueblo. Era una persona querida por todos, pero al parecer algo malo estaba sucediendo en aquella casa.

Las personas habían creado un círculo estorbando el paso a las demás personas que querían acercarse. Eoin me toma del brazo y me dice que espere un momento.

—¿Qué piensas hacer? –Pregunto.

—Acuérdate que puedo ver el futuro en un lapso de media hora, si la policía aún está en camino puedo ver lo que sucede adentro sin necesidad de entrar.

Asiento.

Eoin cierra los ojos, toma fuerte mi mano y grita de un momento a otro. Algunas personas lo voltean a ver, pero de inmediato se giran para seguir viendo a la casa en espera de la policía para preguntar qué ha pasado.

Eoin me observa asustado, con esas pupilas dilatadas y su cuerpo temblando. Algo que nunca había visto en una reacción de él y mucho menos por algo que haya sido provocando por un ser como nosotros.

Eoin me toma del brazo y me saca del grupo de personas. Aoife, Cian, Cormac y yo nos mantenemos juntos esperando a que mi hermano diga alguna palabra acerca de lo que ha visto.

—Sus ojos –dice con voz temblorosa–, sus ojos no estaban en el lugar donde debían estar. Sus uñas –hace una pausa para tomar aire–, la persona que hizo esto lo hizo con odio hacia la señora Sánchez, no había visto algo así antes, esto es muy malo, no deberíamos de estar en Adare, estamos cometiendo un grave error quedándonos aquí en espera a la muerte.

Eoin me observa.

—Saoirse –dice–, debemos volver a Limerick, ahí es el único lugar donde podemos estar seguros de ellos.

—¿Huir? ¿Otra vez? –Digo negando–. Ya huí cuando mataron a nuestra madre y solo gané que nos separáramos durante nueve años como si todo se hubiese acabado y ahora después de tantos años estamos juntos de nuevo y quieres que volvamos a huir.

—Es que no lo entiendes –dice y los chicos retroceden unos cuantos pasos para dejarnos solos–, no he dicho todo lo que vi ahí en esa casa. Esto no es nada bueno, la persona que hizo esto está llena de odio y no tiene compasión por nadie. Empezó con turistas para confundirnos, pero está ganando fuerza conforme pasan los días.

—Entiende Eoin, debemos quedarnos y descubrir quién es el asesino de nuestra madre. Se lo debemos a ella y a todos los que han muerto de nuestras familias. Entiende que por alguna razón nos han dejado vivos a todos nosotros, somos los únicos que quedan vivos.

Eoin niega.

—Hay más de nosotros allá afuera.

—¿Y por qué no están con nosotros aquí tratando de acabar con los Dunne? Si los hay dime en dónde encontrarlos para pedirles ayuda. Necesitamos a toda la gente posible.

—¡¿Qué no lo entiendes?! –Eoin grita–. ¡Nadie nos va a ayudar porque estoy seguro de que esos Doherty, Doley y Campbell que quedan vivos allá afuera han huido lejos de aquí para no tener que enfrentarse a los Dunne! ¿Si entiendes lo grave que es esta situación? Podemos morir todos.

Niego.

—Tú no lo entiendes –digo–. Aoife dijo que los Duffy son capaces de matarnos fácil, debemos de ir y convencerlos. Ellos son los únicos capaces de ayudarnos a vencerlos a todos ellos, estoy segura de que lo harán.