16

0 0 0
                                    

CAPÍTULO DIECISÉIS

Saoirse

La tierra se mueve sin compasión a plena mañana, después de haber descansado durante toda la noche Eoin, Cormac y yo nos encontrábamos en la sala listos para que lo se estuviera acercando. Nos manteníamos en silencio y sin movilizarnos para así evitar que algo nos suceda, ya que la última vez Cian se quejaba del dolor en el suelo.

La tierra no dejaba de moverse, el olor a algo extraño comenzaba a sentirse en el ambiente, como si de un animal se tratase. Huelo una y otra vez tratando de descifrar a qué animal pertenece, podría ser un lobo o un simple perro de esos que no tienen hogar y andan por las calles.

La ventana cercana a la puerta explota rompiendo el vidrio en mil pedazos. Nadie se mueve, la puerta se abre de golpe y de ella entran Aoife y Cian quejándose del dolor debido a que están en constante movimiento.

Aoife tenía la piel llena de rasguños y Cian tenía el ojo morado. ¿En qué momento se habían metido en una pelea cuando recién hace unas horas estábamos todos juntos?

—No puedo creer que un puto lobo fue capaz de llegar a una planta muy alta del hotel de la avenida principal. Entró como si estuviera en su casa y trató de atacar a Aoife.

Aoife se lanza al sillón aún quejándose del dolor y susurra palabras que nos es incapaz de escuchar a los demás. La tierra se detiene y Cian corre hasta donde ella se encuentra para darle un abrazo

—Estoy segura de que se trataba del mismo que vimos en la casa el otro día, esos ojos son incomparables con los de otro lobo.

—¿Estás segura de que se trataba del mismo? –Pregunto–. Puede que hayan más de un solo un hombre lobo en Adare, no deberíamos de adelantarnos a crear una conclusión.

—Si, estoy segura de que se trataba del mismo, no soy capaz de olvidar esos ojos que me vieron con total lujuria al momento de querer matarme. Tuve la suerte de que Cian estaba cerca o quizás no estuviera aquí con ustedes hablando sobre esto.

—¿Dijo algo?

Ella niega.

—No dijo absolutamente nada, pero no logro entender del porqué me buscó a mí. No me malinterpreten, pero somos tantos en el grupo que justamente fue a por mí. ¿Lo les parece eso extraño?

Observo a Eoin, quien se mantiene recostado sobre la pared con un Cormac descansando la barbilla en su hombro. Eoin me sonríe y asiente.

Al no poder matarme busca a otros para hacerlo, será difícil que se detenga ahora que sabe quienes son más fáciles de dominar.

Eoin me guiña el ojo cuando me envía el mensaje y yo asiento en respuesta de haberlo recibido. Aoife suspira y luego se pone de pie para acercarse a mí.

—Creo que ya es momento de encontrar a estos malditos y hacerlos pagar de una buena vez por todas. Estoy harta de ser paciente y de ser débil, pero estoy harta y lo único que quiero es encontrarlos y arrancarles la cabeza con lo que sea que tenga a mi alcance.

Todos la observan sorprendidos.

—No sabemos en qué casa habitan y no podemos ir tocando puerta por puerta hasta dar con ella. También necesitamos saber más de ellos porque no se sabe de sus puntos débiles, al ser de mucho poder es más probable de que ellos nos maten primero antes de que nosotros demos el primer paso a un ataque.

Cian levanta la mano.

—¿Qué opinan de ir en busca de Caín? –Aoife niega–. No se ustedes, pero en estos momentos es el único que los conoce más que nosotros y tal vez sepa cuál es su punto débil.

Adare ✔️Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon