10

0 0 0
                                    

CAPÍTULO DIEZ

Saoirse

La noche estaba por caer, nadie de los presentes en la casa tenía idea de dónde se encontraba Eoin metido, por lo tanto evitamos tocar el tema para no preocuparnos de más. Algo dentro de mí me decía que Eoin estaba en problemas, aún así tenía la esperanza de que se encontrase bien y que no necesitara de mi ayuda.

Aoife se posiciona al lado de la ventana, esa misma en la cual se tiene buena vista a la vieja casa en la cual se mudó Deirdre. El pueblo estaba en plena tranquilidad, como si la gente que viviera aquí se hubiese puesto de acuerdo para guardar silencio durante la noche.

Los chicos estaban en la cocina preparando lo que ellos llaman el mejor platillo de sus vidas porque según ellos nos encantará tanto que pediremos más. Me acerco a Aoife y le sonrío de lado, ella me devuelve el gesto y me toma de la mano.

—¿Qué sientes cada vez que ves el destello? –Pregunta–. He escuchado que verlo de lejos es mejor que verlo de cerca porque cuando es cerca es un ruido horrible capaz de romperte el tímpano.

—Es una sensación extraña, cada vez que la veía con Eoin de pequeños aquella luz era roja, y unas veces naranja, habían veces en las que cambiaba de otros colores, pero casi siempre se mantenía roja. Eoin solo la veía y se mantenía callado, pero en realidad yo podía sentir como una energía negativa en mi cuerpo, como si una corriente entrara y recorriera por toda mi piel dejando una sensación de pánico.

—¿La misma que sentiste con Deidre?

Niego.

—Pensé que sería la misma sensación cuando ella trató de manipularme por medio de sus ojos, aunque fue diferente como si fuera alguien más en vez de ella.

—¿Crees que alguien más viva con ella en Adare? Podría ser un peligro para todos los civiles y para nosotros. Debemos averiguar más sobre los Barry en la biblioteca, debe de existir algún libro en algún lugar que nos diga quienes son y qué son capaces de hacer. No podemos actuar sin saber si son más poderosos que nosotros o si nos pueden acabar en un abrir y cerrar de ojos.

Cormac y Cian llegan a la ventana para avisarnos que la comida está servida, los cuatro nos damos la vuelta para darle la espalda a la ventana cuando la tierra comienza a moverse, no como la última vez que tembló, esta vez se notaba que no era un movimiento normal de la naturaleza, esta vez estaba siendo controlada por un humano.

Los chicos se mantienen tranquilos sin moverse de su puesto, los cuatro giramos la cabeza hacia la ventana y aquel destello vuelve a aparecer una vez más en Adare, el mismo que tiempo atrás me generó pánico con tan solo verlo.

Mi cuerpo comienza a temblar, mis nervios se activan y siento como aquella carga eléctrica me recorre por todo el cuerpo. Los chicos se quejan de un cosquilleo en sus cuerpos y Cian cae al suelo debido a un desmayo. Cormac lo auxilia y Aoife cierra los ojos durante un segundo para luego abrirlos y lanzar un destello de sus ojos que impacta sobre el vidrio rompiéndolo.

—Esta persona tiene demasiado poder –dice Cormac–, no podemos enfrentarla sin conocer más de ella o de ellos. Debemos vigilarla y estar precavidos de todo lo que hace y piensa hacer.

—Debemos ir a ver más de cerca para ver qué está sucediendo en esa casa.

—¿Qué? –Grita Aoife cayendo al suelo después de detenerse con los destellos–. Mujer, tú si que estás loca de remate, es que ni siquiera pienses en salir para ver qué carajos hace ella ahí. ¿Qué acaso no ves lo que nos está sucediendo? Sea quien sea la persona detrás de esto tiene control sobre nosotros y sobre nuestros poderes.

Adare ✔️Where stories live. Discover now