Hojas secas.

10 4 34
                                    

Con cierta premura se quedaba observándolos, deseoso de escuchar lo que tenían que decirle respecto a la escena en cuestión y lo que los jóvenes agentes habían logrado dilucidar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Con cierta premura se quedaba observándolos, deseoso de escuchar lo que tenían que decirle respecto a la escena en cuestión y lo que los jóvenes agentes habían logrado dilucidar.

—¿Algo de interés aquí?

—Juzgue usted señor, —se adelantaba Amelia— según las marcas sobre las hojas secas, estamos en presencia de más de un atacante. Sin embrago, hay algo extraño también.

—¿Extraño en qué sentido Amelia?

—Esta hendidura que se deja ver en parte del césped que está descubierto corresponde a una de las víctimas por la envergadura que presenta, no obstante, —señalaba Meza las marcas a las cuales se refería— estas hendiduras de acá, el patrón que tienen…

—Hacen referencia a una persona, y la huella da a entender que se trata de alguien de baja estatura y peso, —interrumpía el teniente— sin embargo aquellas, dan la impresión de ser de un niño o adolescente caminando como si fuese un perro.

—¡Exacto teniente, eso es lo extraño! —Exclamaba Amelia.

—¿Qué me dicen del ángel caído? Tiene rastros de sangre en una de sus manos.

—Al igual que en la hacienda, encontramos una bola de papel con globos oculares señor.

—No hay duda que se trata del mismo asesino. ¿Huellas?

—Aún no examinamos la estatua teniente, el sargento lo iba a hacer ahora, pero le llamó la atención las marcas sobre la alfombra de hojas, y la manera particular en que están distribuidas sobre el césped, por ello comenzamos a examinar eso primero. —Aclaraba Amelia.

—Terminen con esta escena entonces, determinen quién fue la víctima aquí, todo indica que uno de los hermanos fue atacado en este lugar. Ahora nos queda resolver cuál de los dos, lo que nos lleva al siguiente misterio… ¿Dónde fue atacada la segunda víctima?

—Revisamos minuciosamente los alrededores y no encontramos indicios de ataque, —acotó Amelia— solo tenemos suposiciones.

—Las suposiciones no me sirven para nada señorita, necesito hechos reales y contundentes, debemos atrapar a quien está detrás de estos asesinatos, de lo contrario tendremos fiesta para rato. Procuren hacerlo a la brevedad, el viento poco a poco está soplando más y arruinará la escena.

El teniente Espinoza daba media vuelta y se retiraba del lugar para dejar que Amelia y el sargento Meza terminasen de examinar el lugar. Para ese entonces, los cuerpos de las víctimas ya eran trasladados a la morgue, donde el doctor Santis se encargaría de realizar la correspondiente autopsia y determinar la causa de muerte.

Se notaba la rabia y frustración no solo en su tono de voz, también en sus movimientos y su manera de mirar, por ello su obsesión en poner punto final a estos asesinatos. A toda costa quería evitar que se multiplicaran. La población en general ya estaba consternada con la muerte de Sebastián Creta, y por la cobertura de los medios de comunicación, no tardaría en darse por enterada de lo ocurrido en el parque.

El Carnicero del Zodiaco (EN EDICIÓN Y DESARROLLO)Where stories live. Discover now