❀ Especial de diez años

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—Padre, por favor. ¡Por favor! Te lo ruego.

—No, no y no. —Louis sacude la cabeza y cruza las manos sobre su pecho, determinante.

—¡Pero padre! —Amy protesta, brazos cruzados con la misma terquedad que él sobre su pecho. Pega un pisotón en el suelo y resopla, lo más cercano a un berrinche que puede permitirle su orgullo.

Con los dieciocho recién cumplidos, Amelie es una fuerza que no debe ser subestimada a pesar de su menudez.

Los rasgos infantiles se resisten a abandonar su rostro, manteniendo sus mejillas todavía un poco redondas y sonrojadas, pero el aro que perfora su nariz, la doble perforación de su oreja izquierda, los tatuajes y el corte pixie que porta hacen el trabajo que Louis tanto teme de delatar su edad.

—He dicho que no, y es mi última palabra al respecto. —Louis declara firme.

La mirada de Amelie solo alcanza a mostrar resignación por unos cuantos segundos, hasta que una cabellera rizada entra a la cocina, entonces sus ojos se entrecierran suspicaces y maquiavélicos.

Louis no debe preguntarse mucho de quien lo heredó.

—Ni siquiera se te ocurra. —Le advierte Louis.

—¿Papá Harry? —Canturrea la niña, que últimamente se niega a ser llamada de esa forma.

Cuando le conviene, eso es.

—Dime, querida. —Contesta Harry con la misma dulzura, ignorando las advertencias silenciosas de Louis y sentándose a su lado, dejando la bandeja de galletas que trae en sus manos sobre la tarima.

—¿Desde cuando él es papá Harry y yo simplemente padre? —Louis no puede evitar ofenderse.

—Desde que te convertiste en un viejo gruñón —Replica Amy, enseñandole la lengua.

—¡Yo...! Yo no... ¡no me hables en ese tono! —Louis no logra dar con las palabras que le den una defensa apropiada, se voltea hacia su esposo en busca de apoyo, solo para encontrarlo con una mano sobre su boca intentando contener una risa sin mucho éxito.

Ni una sola objeción al parecer.

Es cierto que Louis no es el ejemplo de juventud más acertado desde hace unos años cuando las canas comenzaron a salir y las resacas dejaron de ser divertidas. Las tendencias de moda le parecen demasiado volátiles, las tecnologías complicadas y la música estruendosa. ¡Pero aún así puede bailar si se lo propone!, estar en onda y demás. Hay letras que considera un poco muy explícitas para su gusto, pero aún así puede escucharlas sin sobresaltarse.

Se sabe aún bastante atractivo y bien conservado, con sus nuevas arrugas y su piel curtida, ha visto la forma en la que su esposo aprieta el agarre en su brazo cuando caminan por la calle y se cruzan con otras personas. No celoso, solo orgulloso, presumido si se le puede decir así.

Hay una etiqueta exclusiva para el tipo de hombre que es Louis en internet, pero esa palabra y similares las guardan para cuando están en privado. Cuando tienen tiempo.

El punto es, que Louis sigue siendo aquel chico rebelde que vaciaba su estómago en arbustos y tomaba tequila como si no hubiera mañana.

—A tu edad yo también quería irme a estudiar a otro país —Trata de conciliar con su hija —Dile a tu abuela que te cuente de todas las locuras que hice y lo mucho que le rogué que me dejara ir.

Amy tuerce los labios.

—¿Y que sucedió?

Hice algunas cosas impulsivamente para vengarme de ellos. Es lo que quizá debería decir Louis si quiere ser honesto, pero no quiere darle ideas, así que mejor contesta:

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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❀ Sweet boy ❀ [L.S. AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora