❀ Capítulo 40

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¿ADIVINEN QUIEN SE PUSO MUY MAL POR ANDAR DE LATINA QUINCEAÑERA AYER Y HOY LE COBRARON FACTURA?

Asi es, su servilleta.

-Le buscan, señor Tomlinson -Miriam lo llama empujando la puerta suavemente.

Louis se frota los ojos sin duda cansados frente a su computadora, pero se limita a asentir intentando poner una sonrisa. No puede permitirse el lujo de decir que no después de la última vez.

La puerta se abre, de reojo una sombra avanza por la habitación recargándose en la pared.

-¿Cómo va la construcción, bebé? -pregunta vagamente sin girarse en realidad.

La construcción de la repostería está casi finalizada, lo único que queda es llenarla de muebles y decorarla, tarea a la que Harry se ha dedicado arduamente los últimos días.

-No lo sé, podría acostumbrarme al apodo, sin embargo -una voz más gruesa de la que espera le responde.

Gira su cabeza violentamente, encontrándose con un muchacho que sin duda no es Harry.

Este es casi de su estatura, con un porte un poco más fuerte pero extrañamente no menos armonioso. Su cabello es un negro ceniza y su tez blanca, sus ojos cafés son de un tono más miel adornados con unas pestañas que le dan la imagen de estar delineado.

-Joder. -se maldice con una mezcla de vergüenza y diversión -Perdón, yo esperaba a otra persona -lo mira a los ojos, él desconocido no los aparta ni por un momento.

-Tranquilo, me han dicho cosas peores -hace un gesto con las manos quitándole importancia. Luego como si supiera que los ojos de Louis siguen examinándolo, peina su cabello hacia atrás sacudiéndolo.

-¿Qué necesitas...? -deja un espacio, para que el chico inserte su nombre.

-Jonathan -el que ahora tiene nombre se precipita a su escritorio y le extiende la mano un pequeño hoyuelo se marca debajo de su labio al sonreír -Jonathan Wells. A su servicio señor.

Estrechan manos rápidamente, para finalizar Jonathan le da un apretón amistoso. Tiene un tacto simple y tranquilo.

-¿A qué te refieres con "a mi servicio"? -Louis lo invita a sentarse, Jonathan accede complacido.

Se acomoda la ropa y entreabre sus labios rojizos. Tal vez de manera inconsciente, Louis observa su movimiento con curiosidad.

-Me llamo Jonathan Wells, tengo veintitrés años y soy graduado -explica con calma -Sé que la época de vacaciones va a empezar excepto para usted, señor Tomlinson... Así que yo vengo a ofrecerme para tomar cualquier plaza que quede libre -parece convencido de su punto. Decidido a obtenerlo.

Antes de que Louis lo interrumpa, él continúa hablándole entre sonrisas y bromas sobre el desgaste que le costaría estar en todo al mismo tiempo y otros argumentos que abruman a Louis, a lo que le sigue carpetas llenas de papeleo como cartas de recomendación en todo tipo de áreas.

En realidad, Louis no puede negar su carisma y perspicacia. Pero un asistente no es algo que añore con su alma.

-Puedo hacer cualquier cosa que necesite y no planeo tener un sueldo fuera de lo común, solo necesito un trabajo por ahora -parece estar a punto de ponerse de rodillas. Louis se frota la sien pero se obliga a mantenerse firme incluso cuando espera paciente a que termine para hablar. Ni siquiera sabe por qué.

-Gracias por tu oferta, Jonathan -se apresura a decir en cuanto tiene oportunidad, no quiere sonar grosero, pero tener tacto no es su especialidad -Pero en este momento no deseo contratar a nadie.

-Entiendo, creí que habíamos empezado con el pie correcto por el apodo cariñoso -baja la cabeza suspirando -Gracias aun así -se levanta para despedirse, pero el teléfono de Louis sonando detiene a ambos.

-¿Boo Bear? -he ahí la voz que sin duda podría oír por horas.

-Amor, ¿Pasa algo? -le hace una seña a Jonathan para que espere.

-Yo solo... uh, quería ver a qué hora salías -murmura del otro lado de la línea nervioso -Planeo... hacer pay de manzana y sé que te gusta... ah, ¿Quisieras que te llevara?

-Claro cielo, -Louis no puede evitar sonreír, es inevitable cuando se trata de Harry -Salgo en cuatro horas.

-¡Fabuloso! Te amo, Lou -Harry musita -Mucho.

Y Louis se olvida de la otra persona en la habitación, se concentra en su novio, y lo feliz que lo hace tenerlo a su lado.

-Yo también Hazz -la voz de Louis toma un tono dulce.

Cuando cuelga, Jonathan ya no está sentado, sino inclinado sobre una de sus repisas mirando las fotos que hay ahí. Entrecierra los ojos deteniéndose en una en especial.

-¿Él es el famoso "bebe"? -señala el retrato, donde Harry sonríe a la cámara con sus hoyuelos en su máxima expresión sosteniendo un enorme eso de peluche que casi dobla su estatura. Louis mueve la cabeza afirmativamente -Si me permite decirle, tiene usted una pareja muy linda -su labio inferior es lamido lentamente.

-Gracias por venir, Jonathan -Louis se acerca para dar por terminada la sesión -Ya encontraras un buen trabajo.

-Sus ojos verdes... son como los de un ciervo, ¿Eh? -le da de nuevo un vistazo a la foto, pero al final vuelve a Louis haciendo de nuevo contacto profundo -Gracias a usted por atenderme.

Camina hacia la puerta con la vista en el suelo, que solo es levantada por última vez para fijarse en la repisa con retratos. Entonces Louis ve un tatuaje asomarse por parte de su cuello.

Un majestuoso ciervo con cuernos a penas crecientes, atravesado por una flecha certera a la altura del corazón.

-Buen tatuaje -admite recordando que siempre ha querido llenarse la piel de tinta -Es poético -ríe.

-¿Esto? -señala su cuello, por un segundo su sonrisa parece ocultar algo más que calma o carisma -Es un recordatorio de algo que tengo que hacer... una cuenta pendiente de hace tiempo.

❀ Sweet boy ❀ [L.S. AU]Where stories live. Discover now